En el mismo teatro donde a principios del siglo pasado Strauss, Prokofiev y Stravinsky dirigieron algunas de sus más importantes obras, el joven maestro venezolano, Christian Vásquez y los 166 músicos de la SJTC, confirmaron que han trabajado intensamente para brillar en el duro firmamento de la música clásica. Con un repertorio pleno de frescura y virtuosismo, se crecieron también en Liechtenstein, donde la Fundación Hilti anunció la donación de instrumentos profesionales de gran calidad.
Todo pasa por y en Hamburgo. No por ser el segundo puerto comercial más importante de Europa, la cultura pasa a un segundo plano. Con sus más de 60 museos, 40 teatros y una centena de salas de música y de arte, es una plaza artística que no se puede subestimar. Mucho menos si la meta es conquistar a los melómanos que por tradición han presenciado los mejores conciertos que desde comienzos del siglo pasado se han cumplido en el Teatro Laeiszhalle, situado frente a la Plaza Johannes Brahms, de Hamburgo, cuna del este gran compositor romántico.
Pero quién pudiera haberse imaginado que en ese mismo teatro donde en la primera mitad del siglo pasado dirigieron Strauss, Prokofiev y Stravinsky, un carismático y talentoso joven venezolano alzaría su batuta y desde el primer fraseo del poema sinfónico Don Juan (1888), de Richard Straus, lograra seducir con su orquesta Sinfónica Juvenil “Teresa Carreño” de Venezuela, a las dos mil personas que colmaron la sala Grober, del Laeiszhalle, este viernes 19 de octubre.
Luego de los 16 primeros minutos de virtuosismo y arrojo musical, demostrado por cada una de sus filas, esa interpretación de la obra de Strauss, provocó la primera reacción del público: vítores y efusivos aplausos. Cinco minutos después, la concertino de la Juvenil “Teresa Carreño”, Lila Vivas, se levantó para afinar a toda la orquesta y recibir nuevamente a Christian Vásquez. Inmediatamente los 166 jóvenes venezolanos hicieron una suerte de “malabarismo musical” con las Danzas Sinfónicas de West Side Story, de Bernstein, una obra que les va como anillo al dedo por la frescura y el ritmo juvenil con la que la ejecutan.
Impactado por la insospechada madurez de los jóvenes de la “Teresa Carreño”, el público en pleno regresó a la sala. Comenzó entonces la segunda parte del concierto con la interpretación de la Sinfonía Nº 5 de Shostakovich que dejaría a muchos sin aliento por la manera cómo esta orquesta resuelve las complejidades técnicas y sale airosa por el intenso trabajo que se siente en cada una de sus secciones. La seguridad y solvencia artística de Christian Vásquez se ponen de manifiesto con esta obra que dio paso a una ovación.
Más relajados, disfrutando todo el repertorio, los venezolanos agradecieron los aplausos con los alegres y bailables ritmos del Mambo de Pérez Prado, Tico Tico de Zequinha de Abreu y Alma Llanera, de Pedro Elías Gutiérrez.
Tocar para ganar
Antes del concierto en Hamburgo, la Sinfónica Juvenil “Teresa Carreño” cumplió una importante actuación en Liechtenstein, un pequeño país entre Suiza y Austria, donde fueron invitados por la empresa Hilti (con su casa matriz en este país) que desde hace cinco años mantiene una alianza de apoyo con El Sistema de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles y que ha dotado de instrumentos de alto nivel profesional a la Sinfónica “Simón Bolívar” de Venezuela.
En el Teatro Tak, de la localidad de Schaan, la SJTCV y Christian Vásquez se ganaron no sólo el corazón del público de Liechtenstein, sino además encarnaron el lema del Sistema, “Tocar y Luchar”, que contiene el valor del trabajo intenso que deben cumplir los jóvenes músicos con el objetivo de que en la misma medida obtengan triunfos. La Fundación Hilti, movida por el impacto artístico de la orquesta anunció que ahora apoyará a esta orquesta dotándola de instrumentos de calidad. En una primera etapa se entregado 33, entre arpas, cornos, flautas, tímpanis, entre otros. Y en una segunda etapa se fortalecerá las secciones de cuerdas.
“Este programa de orquestas es una fantástica visión de cómo educar e integrar a las personas a través del arte, filosofía que Hilti comparte plenamente. Mi papá comenzó la empresa en un garaje y José Antonio Abreu también comenzó los ensayos de su primera orquesta en un garaje. Ahora nosotros estamos muy felices de trabajar con El Sistema, porque desde nuestros origines ya estábamos unidos, a nosotros también nos gusta la excelencia y compartimos la acción de apoyar a las personas que aman lo que hacen, igual que los músicos aman lo que tocan. Lo que sentí en el concierto de esta noche en Liechtenstein me emocionó tanto, inclusive sentí que este público de aquí, tan pasivo, estaban deleitados”, dijo Michael Hilti presidente de la Fundación Hilti.
El Príncipe de Liechtenstein, Juan Adán II, también lucia impactado al final del concierto y así lo manifestó: “Es muy extraño ver a una orquesta de músicos tan jóvenes y al mismo tiempo tan disciplinados. Creo que nunca hemos tenido en esta ciudad una orquesta con tanta vitalidad y conformada con músicos tan virtuosos y excitantes. Conozco el trabajo de El Sistema y sé que es un programa que no sólo se ha destacado por su valor musical sino porque es una gran obra social. Es algo admirable que Venezuela haya logrado que la música y la responsabilidad social se hayan dado la mano para hacer de esto algo grandioso”.
Con su éxito en Hamburgo y en Liechtenstein, la SJTCV –perteneciente a la Fundación Musical Simón Bolívar, adscrita a la Presidencia de la República-, partirá este sábado a Francia para ofrecer el tercer concierto de esta gira en Toulouse, el lunes 22 de octubre, y el miércoles tocarán finalmente en Stavanger, Noruega.
Fuente: Prensa FundaMusical Bolívar.