El río Orinoco, también llamado río Padre es el tercer río más caudaloso del continente y, en su largo transitar presenta una gran diversidad de paisajes.
Su magia también llama a deportistas a innovar en deportes acuáticos en sus aguas.
En esta oportunidad los jóvenes del equipo Guía AVENTURARSE se adentraron en las aguas del río Padre para promover la práctica del windsurf, en una nueva iniciativa por el desarrollo de deportes no tradicionales en Ciudad Bolívar y en el Orinoco que la enmarca.
Con unos niveles de viento que oscilan entre los 10 y 20 nudos en promedio anual, el río Padre se convierte en un cuerpo de agua con grandes potencialidades para los deportes no tradicionales como el windsurf.
Sin embargo, en temporada de verano los vientos pueden llegar a 30 nudos, por lo que se convierte en un escenario natural idóneo para la práctica de este deporte.
Asimismo, la progresiva formación de inmensos playones permiten el armado del equipo con total comodidad, y con la disminución de su corriente, la práctica de este deporte de torna más segura.
Los playones que se aprecian remontando el río desde el Puente Angostura han creado una especie de bahía donde la fauna comparte con los windsurfistas las aguas del río.
Es así como en la práctica de este deporte, varias parejas de toninas se acercan curiosas y acompañan a los jóvenes del equipo Guía AVENTURARSE Bolívar que se han planteado la tarea de promover los deportes no tradicionales en Ciudad Bolívar y las aguas del río Padre.
Para Fritz Sánchez, autor de la Guía AVENTURARSE, el Orinoco constituye un lugar paradisíaco “el ver saltar las toninas, el acompañarnos todo el tiempo, como cuidándonos, es algo maravilloso, estos delfines de río son unos seres maravillosos (…) Buscamos el promover a través del deporte una interrelación de los jóvenes y la ciudadanía en general con el Orinoco, en aras de su conservación y uso sustentable”, dijo.
Mientras la avifauna del Orinoco se puede observar a cada instante, garzas blancas, guanaguanares, martín pescador, cotúas, entre otras, que hacen vida en este majestuoso río.
“Es la conjugación del turismo y el deporte, el Orinoco posee una riqueza visual que compite con el entusiasmo de navegar sus turbias aguas que son todo un reto”, agregó Rubén Vallenilla, otro de los jóvenes profesionales del equipo AVENTURARSE.
Asimismo, los relatos de pescadores constituyen un valor intrínsico, debido que conocen el río y son los perfectos asesores para los intrépidos jóvenes.
¡Es tiempo de AVENTURARSE, el ir descubriendo y ganando espacios para la práctica responsable de deportes de aventura y no tradicionales en el estado Bolívar!.
Fuente: Guía Ecoturistica Aventurarse.