El arte podría ser considerada “la firma de una cultura”. Cualquier actividad donde esté inmersa la creatividad del ser humano, desde una buena pintura, un profundo tema musical y hasta un táctico partido de fútbol, ¿por qué no?. Son vagas ideas de un tema sencillo pero complejo, que necesita de una voz experta, calificada, quien a través de su experiencia y excelente trabajo pueda ejemplificar lo que se quiere expresar mediante el arte.
Y esa voz, esa palabra, viene de Iván Darío Hernández, un extraordinario artista que desde la hermosa Mérida pasó por la bella Maracaibo a dejar huellas de su trabajo. Hernández, desde niño vislumbraba su pasión por la pintura, marcando las paredes de su casa como cualquier infante de su edad, pero con la diferencia que ya él lo hacía con determinación, con la certeza de que lo plasmado en el llamativo color blanco se convertiría en una entrega y sabiduría, convertida luego en grandes obras.
Iván Darío es el responsable de los murales que adornan la Tierra del Sol Amada. Durante el periodo de 1997 al 2000, la Gobernación del estado Zulia, de turno para Arias Cárdenas, quien a través de la Secretaría de Cultura, a manos del Sociólogo Giovanni Villalobos, crearon el “Plan de Arte y Paisajismo Urbano”, dándole una nueva cara a Maracaibo a través del arte urbano, llamado “museo de arte al aire libre”.
Sin embargo, su trabajo ha cruzado las fronteras de Venezuela, a través de exposiciones en Washington, Nueva York, Miami, Roma, Siria, Emiratos Árabes, Jorndania, Líbano, entre otros, dejando una importante huella y mostrando la calidad del arte venezolano, plasmado por un artista íntegro.
Maracaibo Mía, dando el merecido apoyo a los artistas y cultores de toda Venezuela, y que han dejado destellos de su excelente trabajo en la ciudad, brinda a sus lectores un poco de la vida de Iván Darío Hernández, un artista merideño con un pedacito de Maracaibo en sus obras.
– ¿Qué significa el arte para usted?
“La palabra “arte” tiene un gran siginificado para el ser humano, pues sin duda todo aquel conocimiento u oficio que podamos conquistar, puede ser considerado como un “arte”… pues lo hemos puesto a nuestro servicio a través de años de estudio, experiencia y dominio de diversas técnicas; eso significa para mi el Arte”.
– ¿Cuándo nació el gusto o la pasión por el arte?
“Desde muy pequeño ya dejaba mis huellas al estilo muralista por las paredes de mi casa, mientras más blanca ésta fuera más atraído me sentía… En ocasiones, mis padres se veían en la necesidad de colocar papeles en las paredes de mi habitación para que yo pudiese expresarme libremente”.
– ¿Cuánto sirvió estudiar Artes en la UCV?
“En realidad cuando ingreso a la Escuela de Artes de la Universidad Central de Venezuela, en 1980, ya venía con la formación teórico-práctica que me habían brindado mis profesores Celso Pérez, Régulo Pérez, Carlos Hernández Guerra, Sergio Rodríguez y Edgar Guinand, en la Escuela de Artes Plásticas “Cristobal Rojas” de Caracas; no obstante, no puedo desestimar de los grandes conocimientos adquiridos en la Escuela de Artes de la UCV, la cual me permitió conocer la disciplina en el estudio y la investigación, tan necesarias en el dominio de la carrera de las Artes Plásticas o Artes Visuales.
La UCV me permitió también conocer a otros excelentes profesores, como las destacados investigadores de arte latinoamericano Marta Traba, Bélgica Rodríguez, Juan Acha y Roldán Esteva-Grillet, así como la profesora y artista Elda Cerrato, quienes consolidaron esa pasión por las Bellas Artes que desde joven me hacía soñar con grandes proyectos”.
– ¿Quién hizo el contacto para que usted pintara tantos y buenos murales en Maracaibo?
“Ante todo le agradezco su calificativo de “buenos murales” al referirse a mis obras de calle instaladas en diversos puntos de la ciudad de Maracaibo. Puedo decirles que soy de los artistas que en donde resido me involucro con las necesidades del lugar y oferto mis proyectos a las autoridades locales. Así me fui dando a conocer antes las autoridades culturales del estado Zulia. Durante el periodo de 1997 al 2000, bajo la administración del ex-gobernador Francisco Arías Cárdenas, teniendo al frente de la Secretaría de Cultura al sociólogo Giovanni Villalobos, se desarrollaron importantes proyectos artísticos-culturales, como la convocatoria de proyectos al emblemático “Plan de Arte y Paisajismo Urbano”, el cual convirtió a la capital zuliana en un verdadero “museo de arte al aire libre”.
– ¿Cuál es el significado de los murales?
“Genericamente no podemos hablar de qué significan, pero si les puedo decir que el conocimiento aportado por mi profesor de la Escuela de Artes Plásticas “Cristóbal Rojas” de Caracas, Celso Pérez, quien se formó en la cátedra de pintura con el maestro David Alfaro Siqueiros, dejó un gran legado al enseñarme que los murales no son otra cosa que nuestras obras artísticas de taller transformadas en obras monumentales, las cuales salen al exterior de nuestros espacios íntimos para interactuar con sus mensajes ante el público espectador. Además, forman parte del capital intelectual y cultural de una ciudad; su presencia enaltece no solo al artista que la realiza, sino a todo un colectivo el cual la disfruta y la vive, llegando en ocasiones en asumirla como suya, convirtiéndola en las mayorías de los casos en íconos o referencia para sus actividades sociales”.
– ¿Si es reconocido el artista en Venezuela?
“En nuestro país siempre han sido reconocidos los artistas, sin importar su género. Recuerdo que el sector privado también participaba en apoyar a los artistas visuales, pero esto quedó en el pasado (…). Aunque debo aclarar que personalmente pienso, que todas estas iniciativas no respondían a una política concreta de estímulo al creador, sino que mas bien se apoyaban en los grandes beneficios que se podían obtener ante el fisco nacional. Paralelamente, los gobiernos nacionales también han desarrollado sus políticas particulares a nivel cultural, pero sin la debida participación del artista en la creación de tales proyectos. Por su puesto, los tiempos cambian y hoy en día no podemos negar que la inclusión de nuevos artículos en materia cultural en el texto constitucional de la República Bolivariana de Venezuela es un logro y un avance con miras a dignificar nuestra profesión; pero a veces ante el desconocimiento de la existencia de tales acciones políticas, no sabemos cómo concretar nuestra inclusión en el sistema productivo nacional. Los artistas debemos mirar alto, aspirar que podemos contribuir con nuestras creaciones en elevar el nivel cultural de toda una nación, contribuir en el desarrollo y planificación de las grandes ciudades, para mencionar algunos apectos importantes que hoy se cumplen en algunos paises.
Debo dejar constancia que los artistas “somos lo que somos, por nuestras acciones individuales”; pero hoy en día ante los grandes retos que exige el mundo globalizado y los cambios sociales que viven las naciones, como resultado de la quiebra de un sistema explotador que no reconoce como necesario para vivir el espíritu humano(…). Los artistas debemos unir nuestros esfuerzos para que en un solo frente podamos generar los proyectos que sustenten los cambios sociales en colectivo, con nuestros sueños y aspiraciones, pero decididos y apoyados en las leyes existentes”.
– ¿Cuál otra expresión artística quisiera regalarle a Maracaibo?
“Bueno jajaja, no acostumbro a revelar mis proyectos, pues son sólo eso, “proyectos”; pero si podría revelarles una de mis aspiraciones para ésta pujante ciudad, en donde residí por una década. Me gustaría realizar un monumento a la entrada de la ciudad, antes del peaje del puente Rafael Urdaneta”.
– ¿Ha recibido muchos premios durante su carrera, ¿cuál es el premio que usted más atesora?
“Bueno, sí he recibido premios y reconocimientos. Durante años he sido muy exigente con mis participaciones en Salones y Concursos de Artes; pero entre mis reconocimientos que han marcado pauta en mi carrera artística está el recibido en el año 1983, en el marco del Salón Nacional de Jóvenes Artistas, en donde obtuve el Premio de Dibujo “Fundarte”, el cual consistió en una estancia durante seis meses en la Cité Internationale des Arts, en París, Francia. Luego, en el 2004, la Gobernación del Estado Mérida me confiere la “Orden 16 de Septiembre”, por mi actividad artística desarrollada a favor de la colectividad en esa ciudad”.
Por Yair Ruiz – @RuizYair /http://maracaibomia.com