Richard Sabogal tiene formación de periodista, no sólo se enfrenta al oficio escritural a través del encuentro con la página en blanco, también vibra en sintonía con la edición
-¿qué te lleva a relacionarte con la literatura, y sobre todo, qué hace orientarla hasta el hecho periodístico?
El periodismo y la literatura han ido ligadas en mi vida desde muy pequeño, siempre quise escribir y desde muy joven quise ser periodista. En mi casa nunca fueron buenos lectores, mi papá leyó novelitas de vaqueros, aunque él le gustaba instruirse. Pero me imagino que la vida lo direccionó para otro lado y no tuvo la valentía de seguir sus sueños o no sé, en verdad se poco de él, es lo que reflexiono hoy en día. Mi mamá fue más amante de los números, entonces no tuve ese apoyo a la literatura. Mi primer libro fue La dama de las camelias de Dumas hijo, la leí muchas veces, el ansia de leer era inmensa pero no tenia libros en casa. Ya de adolescente comencé a conseguir libros más a mi gusto, pero en San Cristóbal por entonces era difícil, no había librerías y los vendedores de libros usados eran quienes me orientaban, con esa orientación a los doce años leí La isla del tesoro, comprado con mis ahorros, 1200 bolívares, me lo dejaron en 1000 porque no me alcanzaba. Luego quise comprar los cuentos de Pocaterra, costaba 4000 bolívares, pero nunca pude reunir esa suma, era una edición gigante, color carne la portada. Cuando tenía mi propio dinero que no era mucho compre muchos libros, gente me regalo y así me fui metiendo yo solo en el mundo literario. Paralelo a eso el periodismo me llamaba, de muchacho me veía en la TV, haciendo noticieros, haciendo televisión diferente, fíjate, desde entonces corría por mi sangre la protesta por lo injusto. Nunca intente entrar a la universidad a estudiar comunicación, bueno, por muchas razones, fue aquí en Caracas cuando decidí estudiarla y sentí había conseguido lo que quería, entonces desarrollé mis dos pasiones, la literatura y el periodismo, la literatura desde siempre había estado conmigo porque de niño escribí varias novelas, espantosas por supuesto, pero llenas de una fuerza inmensa, de una pasión que hoy es más sobria, cosas que uno pierde cuando crece, cuando nuestro niño interior muere trágicamente y pasamos a ser unos burdos adultos.
-Negro Sobre Blanco, se perfila como otra herramienta más de difusión, en un país en donde la escena editorial –gracias a las políticas estatales- es masiva y numerosa ¿qué pretende su editor, cómo nada este periódico en este mar lleno de peces tan coloridos y variados?
Hare lo que hacen los tontos, responderte con otra pregunta ¿A que responden los medios masivos estadales o cual es el tipo de información que se perfila allí? Te puedo probar con hechos, que muchos medios crean cultura, tenemos revistas masivas, periódicos mensuales, quincenales y diarios que apoyan la cultura, pero, ¿Crees que es suficiente? ¿Se ha llegado como se debe a la comunidad? No lo creo. En el interior hay carencia comunicacional, ¿Cómo es que San Cristóbal, por nombrarte mi tierra, no tiene un medio distinto a los eternos que pernoctan allá: La Nación y Los Andes, hace falta otra opinión, alguien que diga lo que ellos no dicen, estoy seguro que gente apegada al gobierno realiza promoción cultural ¿Has visto alguna vez eso en un medio privado de la ciudad? No, es más la cultura de esa clase de periódicos es cuestionable, es lamentablemente confundida con farándula, cosa que prácticamente todos los medios privados hacen, entonces: ¿Hacen falta medios como Negro sobre Blanco, como tu Caracol de Espuma que promocionen el trabajo de aquellos inéditos? Definitivamente si. Gracias al impulso de la cultura, muchos son los que dicen, yo he escrito pero hace mucho no lo hago, voy a atreverme, muchos colaboradores míos son gente que dijo “me voy a atrever a escribir” y mira tienen gran talento, y no digo sólo mi tierra que no tiene un periódico o un medio por no centrarnos en el impreso, Zaraza no tiene ni un solo periódico y es una tierra riquísima en cultura, desde rasgar maracas y arpa hasta escritores y colectivos literarios, entonces definitivamente hacen falta medios de comunicación y apoyo a toda esa gente anónima aun, y eso sin tocar el tema editorial, que es bastante larga la lista de gente que quiere publicar, las imprentas estadales del interior padecen la carencia de papel y la principal en Caracas tiene una lista de espera bastante larga. Por eso, hacen falta propuestas alternativas de promoción cultural, pero que no se queden en lo alternativo que es mal interpretado, alternativo comunitario, igual a gratis, igual a mediocridad; con una visión alternativa se puede crecer, pero nunca perdiendo la filosofía principal de lo alternativo, sino nos convertiremos en capitalistas y de esos hay muchos.
-La muerte disfruta su propia inseguridad, reciente trabajo literario, a propósito de los géneros literarios ¿por qué la narrativa, y sobre todo, porqué el contar brevemente, obedece a caso a las nuevas dinámicas sociales?, a propósito de una conversación que tuvimos una vez en donde nos preguntábamos cómo todavía hay espacios para novelas a lo Carlos Noguera, en donde podría confundirse fácilmente con un bloque de construir casas.
(Risas) Lo de Noguera creo obedece a esa corriente norteamericana de escribir ladrillos de novela, Jhon Katzembach, Jhon Grisham, son autores que escriben novelas de 400 o 500 páginas, aunque estos escriben de manera más ligera, los de Noguera son ladrillos y pesados de paso, te echas mes y medio leerlo, claro leerlo bien y comprenderlo. Nuestra sociedad lamentablemente vive más acelerada cada día, por ende ver un libro inmenso le causa fobia, tal como avanza la sociedad avanza la literatura, actualmente la mayoría de las novelas llegan a las 250 o algo más de páginas, algunas llegan a las 300, pero ya se miran con recelo. La corriente de publicar libros cortos comenzó con las historias fabuladas o los cuentos, ahora somos muchos los que entramos en escribir literatura breve, lo hacemos por llegar al lector, no solo a lectores como tú o como yo que no rechazamos una obra de cientos de páginas si la obra promete ser buena, sino a los lectores no tan fanáticos que se atreven a abrir un libro de pocas páginas. Por eso la literatura breve hoy en día, vivimos el día a día apurado, hasta para leer somos apurados, de ahí la literatura breve.
– ¿Todo es ficcionado, o acaso roba realidades, espacios descubiertos en la cotidianidad?
Si, el libro es sacado de la vida real, todas las historias, excepto una, son de la realidad, cada hecho viene de allí, a ver, ese libro digamos que fue un experimento, fue una mezcla de periodismo con crónica y microrrelato, y fue una denuncia, me lance sobre un montón de cosas que me repugnaban, mejor dicho que me repugnan, tanta desidia humana la convertí, citando a Leonardo Alezones, en arte, dentro del libro hay un Poeta, un personaje que funge de observador, y sigue cada historia, pero lo vemos cada cierto número exacto de hechos, este Poeta camina, es bizarro aunque no lo digo en el libro abiertamente es explicito, es un morboso, se jacta de la miseria ajena. Al final el causa – efecto le pasa su factura. Es una muestra de nuestra cotidianeidad este libro.
-¿De qué lado de sus personajes se ubica, es víctima o victimario?
En su mayoría víctima, en otras: victimario. Hasta el más santo ha sido victimario alguna vez en su vida.
– Richard, ¿“disfruta de su propia inseguridad?
Mi infancia me dejo cierto masoquismo, la disfruto y la temo, ¿No se disfruta lo inseguro? Se disfruta como lo prohibido, ese título va de que este mundo esta tan corrompido respondiendo a deseos propios sin importar los ajenos que hasta la muerte, con su exceso de trabajo teme ser suplantada y teme ser víctima de ella misma. Una figura que se creó con mis lecturas de ciencia ficción. Terry Pratchett tiene un personaje que es la muerte, que habla en mayúscula y toma vacaciones, siente, disfruta y es muy sarcástica. Él me inspiró a crear mi propia muerte, pero algo sensual y frágil y femenina por supuesto.
– Se hace presente el argot de las barriadas, de la comunidad popular en La muerte disfruta… ¿obedece a alguna consideración social, apartas la política de la creación, o sólo concibes la literatura como goce estético?
Mira Miguel, el periodista Rafael Osío Cabrices, en una entrevista dijo que en Venezuela la literatura esta opaca porque los autores escriben o en contra del gobierno o a favor, los a favor crean personajes que pasan por el golpe de estado del 2002, los opositores crean mundos ficticios que sin duda alguna con Venezuela y hablan mal del socialismo, en eso se ha perdido la literatura y no le niego una parte de razón. Aunque habemos muchos que no escribimos metiendo la política en medio, la política es efímera, la literatura no. La política hoy manda este mañana aquel. Yo prefiero si voy a invertir papel en un libro que lleve mi nombre hacerlo con algo que no responda a algo tan contaminado como la política. Las barriadas, bueno, ahora que lo mencionas sí, creo me fui por ese camino, aunque no era mi intención inicial, algunas historias tomaron ese rumbo, pero fíjate no lo tomaron como la novela de TV donde el niño bueno intenta salir adelante y los malos se lo impiden o la muchachita que se enamora del motorizado, o el motorizado sano que lo matan por robarle la moto, no, lo coloque desde lo micro, desde la gente misma, sus sentires, sus vivencias, ellos, no buscando esperanzas, siendo víctimas. Supieras que La muerte disfruta… ya es utilizado en dos universidades, no por la institución completa, sino por profesores a quienes ha llegado mi libro, en la UBV de Caracas un profesor me pidió permiso para utilizarlo en clase y en El Salvador otro profesor lo está utilizando, donde como anécdota te cuento que los estudiantes me llamaron psicópata porque no podía haber creado todas esas historias sin haber cometido yo mismo esos crímenes, algo cómico, porque más de la mitad, no los cometí.
Escritor, cuentista, editor, promotor cultural, articulista en varios medios impresos y digitales. Cursa estudios en la Universidad Bolivariana de Venezuela, Sede Caracas. Miembro de la Sociedad de Poetas Andrés Eloy Blanco, Director y editor del proyecto cultural y literario Negro sobre Blanco, www.negrosobreblancoonline.wordpress.com ,organizador del concurso “Por una Venezuela literaria”. Ha impulsado nuevos talentos artísticos, ha promocionado la lectura de las obras de escritores noveles venezolanos y extranjeros. Actualmente labora produciendo títulos de autores nacionales y extranjeros
Como escritor tiene en su haber las novelas La guerra de las razas, Quién se atrevería a acusar al sol de mentiroso (ineditas), en narrativa corta tiene publicado el libro La muerte disfruta su propia inseguridad (2012) y próximamente publicará Ríos de sangre y otras utopías reales compilación de cuentos largos sobre la independencia.