El calabacín es una de esas hortalizas que son ideales para realizar dietas. ¿Por qué? Porque su composición es fundamentalmente de agua, lo cual significa que es bajo en calorías, además de aportar poca cantidad de grasas.
Por su parte, el calabacín ofrece aportes de fibras, proteínas, folatos y una buena cantidad de vitaminas del grupo C y B. A pesar de ser de la familia de las calabazas, su aporte de betcaroteno no es tan significativo. Yendo al apartado mineral, el calabacín tiene un buen aporte de potasio, como así también magnesio, sodio, yodo, calcio y algo de hierro.
El calabacín es una interesante opción para todos aquellos que gustan de los vegetales y sus buenos aportes. Minerales, vitaminas y otros importantes nutrientes se conjugan en un sabroso vegetal.
Ingredientes:
200 gramos de calabacín pequeños, 4 cucharadas de aceite de oliva o aceite de soya, 1 diente de ajo grande picado por las mitad, 20 gramos de merey, 20 gramos de de uvas pasa, 2 cucharadas de menta bien picada, 2 cucharaditas de zumo de limón o al gusto, sal y pimienta al gusto.
Preparación
Corte los calabacines en rodajas gruesas, caliente el aceite a fuego medio y Sofía el ajo hasta que quede dorado para aromatizar el aceite. A continuación, retire el ajo del aceite y deséchelo. Añada el calabacín y dórelo hasta que comience a estar tierno. Retírelo inmediatamente del fuego y páselo a una fuente grande que sea acta para el calor.
Añada el merey, las uvas pasas, la menta, el zumo de limón y salpimiente al gusto, y remueva. Pruebe la mezcla y, si conviene, añada más aceite, zumo de limón.
Deje enfriar la ensalada por completo. Tápela y refrigérela por lo menos 3 horas. Retírela del frigorífico 10 minutos antes de servirla. La puede acompañar con casabe o algún pan tostado.
Fuente: Juan Antonio García.