La carne de pollo es de las más comidas en todo el mundo y esto se debe a su bajo costo. El pollo también es muy utilizado en los restaurantes de comida rápida.
Cabe destacar que adquiere un gran valor nutricional debido a que se digiere más fácilmente que las carnes rojas. Sin embargo es muy rico en purinas (como todos los productos cárnicos), por lo cual se debe evitar en caso de gota o ácido úrico elevado.
También se suele consumir la carne de gallina. Sin embargo hay que acotar que esta carne es más dura y toma más tiempo para cocerse que la del pollo.
Ingredientes
1 gallina de alrededor de 1,5 kg, 2 cebollas, 2 dientes de ajo, 1 limón, 2 cucharadas de aceite de oliva, 1 hoja de laurel, 2 zanahorias, 2 ramas de apio, 80 gramos de arroz, 1 manojito de menta, sal y pimienta al gusto.
Preparación
Trocee la gallina, lávela y déjela escurrir. Pele las cebollas y los ajos y córtelos en daditos. Corte unas tiras de la parte más superficial de la piel del limón y exprímalo. Reserve la piel.
En una olla grande, caliente el aceite y sofría la cebolla y el ajo. Agregue la gallina, la piel del limón y el laurel, agregue un poco de sal y cúbralo todo con agua fría. Llévelo a ebullición y cocine a fuego lento durante una hora.
Mientras tanto, limpie las zanahorias y el apio. Lávelos y córtelos en rodajas. Saque la gallina de la olla, deshuésela y trocee la carne. Deseche el laurel y la piel de limón.
Dele otro hervor al caldo. Agregue las hortalizas preparadas y el arroz, y cocine entre 15 y 20 minutos, hasta que estén tiernos. Luego, agregue la carne a la sopa y caliéntela. Sazone con sal, pimienta y zumo de limón al gusto.
Lave la menta, séquela y píquela fina mente. Justo antes de servir, reparta la sopa en los boles y espárzale la menta por encima.
Fuente: Juan Antonio García.