En un Festival Gourmet Internacional, equipado con Matías Palomo, más los cocineros locales se alinearán con la intención de promover despensas locales, para satisfacer al exigente público que se apodera del Festival Gourmet Internacional durante cuatro días en Caracas, Venezuela.
Es la oportunidad en que más de 100 expositores mostrarán sus productos e innovaciones en un recinto adecuado para hacer negocios tanto para los comerciantes, por tener espacios muy versátiles, como para visitantes.
La instrucción del chef Matías Palomo, principalmente forjada en el extranjero, en restaurantes pertenecientes a grandes maestros de la cocina internacional, es sin lugar a dudas una de las razones de su éxito, además de su reconocido talento. Según recuerda, en el año 2001 es invitado a hacer la práctica en el restaurante Arzak ganador de tres estrellas Michelin del chef vasco Juan Mari Arzak, su gran escuela en cuanto a cocina vasca, refinación de técnicas y un lúdico sentido de la reinvención. Posteriormente, en 2002 y recomendado por Arzak, forma equipo durante dos años en la vertiginosa y sofisticada cocina del restaurant Daniel, en Nueva York, perteneciente al destacado chef Daniel Boulud. En tanto en 2004, Palomo integra la planilla de 35 cocineros que bajo las órdenes del afamado chef Ferrán Adrià, elabora la carta de su exclusivo restaurante El Bulli, distinguido varias veces con tres estrellas Michelin.
Lo cierto es que Palomo llega a la cocina por casualidad, “buscaba una carrera que me permitiera viajar por el mundo, conocer y tener tiempo libre, encontrándome en un momento con dos alternativas: ser piloto de avión o cocinero. Decidí esto último, lo que me ha dado grandes satisfacciones”, comenta. Su formación profesional comienza tempranamente a los 17 años, en 1990, cuando entra a estudiar gastronomía en Inacap, donde empieza a conocer la cocina chilena y sus diversos productos, los que posteriormente en un recorrido por Chile, lo seguirán entusiasmando y comprometiendo con la identidad gastronómica nacional.
Su primera etapa como profesional la vive en el restaurante Costa Vasca, uno de los más prestigiosos de ciudad de México, lugar donde trabaja junto al chef Iñaki Aguirre. Aunque se considera contrario a la cocina globalizada, el recién egresado Palomo integra el equipo de cocineros encargados de la apertura, el año 2000, de los restaurantes del Hotel Marriott de Santiago. A partir de ese instante, fue adquiriendo experiencia junto a sus maestros en muestras gastronómicas, concursos, y a un constante recorrido por varios países y cocinas del mundo. En cada viaje está atento a lo que ve, y a través de visitas a tiendas y supermercados, busca encontrar nuevos ingredientes para de esta forma adquirir nuevas ideas e ir creando fusiones y recetas que impresionan por su creatividad. Sin embargo, a pesar de lo heterogéneo de sus conocimientos y experiencias, siempre busca la forma de aplicar en cada receta los productos locales. De hecho, acerca de su reciente estadía en Perú señala que “traigo muchas ideas, pero lo más probable es que si hago una causa limeña por ejemplo, sé que usaré papa del norte con cebolla morada de Chiloé y camarones del sur. La idea es que siga siendo una causa, con su receta original, pero también darle sabor chileno, para de esta manera mostrar los productos que tenemos acá”.
Desde el año 2006 que Matías Palomo tiene su propio espacio gastronómico, el restaurante Sukalde. Ubicado en Bilbao esquina avenida Italia, este local ha significado todo un desafío – tanto personal como económico – para el chef, pero ciertamente recompensado con el gran prestigio que ha alcanzado, primero en el extranjero y luego a nivel nacional. Día a día la capacidad del Sukalde, estimada en 40 personas, se copa con personas que gustan de su sofisticada propuesta culinaria, la que junto a un equipo de más de diez personas, prepara como en un laboratorio.
Fuente: Juan Antonio García.