Aproximadamente 100 muñecas hechas con corcho por la tía Trinita – Trinidad Balam- reposaban en una repisa adosada a una pared del cuarto, esto fue hasta que “lamentablemente la tía las fue regalando a familiares y amigos”, y estas creaciones que contemplaban inclusive una monja y una mexicana, con todo y sombrero de una botella de tequila, quedó reducida a una colección de 18 muñecas.
La cineasta Marilyn Birdifield, sobrina de la ingeniosa carupanera, ahora exhibirá orgullosa este legado animado de corcho en el IV Encuentro Nacional de Coleccionismo, organizado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, el cual se llevará a cabo el próximo miércoles 17, a las 6:00 pm, simultáneamente en varios estados del país, siendo la sede de Caracas, el Museo de la Estampa y el Diseño Carlos Cruz Diez, ubicado en la Av. Bolívar, calle Sur 11 con calle 8, Paseo Vargas, Caracas.
“Mi tía era muy creativa, empezó con este trabajo de las muñecas ya siendo mayor. A esa edad cocinaba, escribía poesía, siempre estaba haciendo algo, se inspiraba y hacía cosas con cualquier objeto”. De su tía heredó no sólo estas delicadas confecciones en corcho también ella le enseñó a tomar fotos y a tocar guitarra. “Hago fotos pero no las colecciono”, explica que no siguió la colección de las muñecas “porque son un regalo” de su tía y formaban parte de su quehacer creativo.
La conexión que tiene su familia con los carnavales de Trinidad, en El Caribe, fue un punto importante durante el proceso de elaboración de las muñecas de corcho de la tía Trinita. Dice: “ella me decía cuando vengas de Trinidad tráeme unos retazos de tela. Yo no sabía para qué eran, y de repente un día me presenta varias muñequitas todas hechas con corcho”. Agrega que el corcho era el otro material que siempre solicitaba a dondequiera que fuera. “Tampoco sabía para qué los quería”.
Esta profesional del celuloide, brinda importancia al hecho de rescatar la memoria a través de espacios como éste. A su juicio, la memoria traduce “los ancestros del pasado; forma parte del lenguaje; de lo que somos y heredamos somos producto de eso”. Agrega, “me parece maravilloso que el museo tenga esa apertura y que en este esfuerzo muestre colecciones tanto pequeñas como grandes. Es maravilloso poder ver las cosas íntimas de las personas, con objetos que son importantes para ellas. Me siento honrada y privilegiada en participar”.
Refiere al Premio Nobel de Literatura, el escritor turco Orhan Pamuk, autor del Museo de la inocencia, obra de la cual se creó un centro homónimo. “Pamuk me hizo pensar que uno va coleccionando a través de la vida recuerdos, es una extensión de lo que uno colecciona como recuerdo porque el recuerdo es el pasado, lo que en algún momento te puede hacer reflexionar sobre algún momento de tu vida”.
Emocionada explica la historia de amor del libro “se enamora de una muchacha, no puede estar con ella entonces él se dedica a coleccionar todos los objetos que le recuerdan a ella. Y uno colecciona eso cosas que te hacen recordar, que te llevan dentro de ti para hacer ese contacto exterior”.
Explica que en un momento de su vida ella también coleccionó y menciona “las tarjetas de los Beatles, cuando salieron venían como las tarjetas de béisbol, sacaron la serie y la tenía toda”. Indica que esta colección se la botó su mamá cuando se mudaron. En esos recuerdos explica que su papá coleccionaba yesqueros y un tío estampillas.
Aparte del Museo de la Estampa y del Diseño Carlos Cruz-Diez (Caracas), este encuentro también se llevará a cabo en la Casa Steinvorth, en San Cristóbal, estado Táchira; el Museo de Arte Contemporáneo del Zulia, en Maracaibo, Zulia; Museo de Arte Contemporáneo Francisco Narváez en Nueva Esparta y el Ateneo de Valencia en el estado Carabobo.
Fuente: Teresa Quilez.