Actor y músico. Sin duda, Toni Zenet es un hombre inquieto que domina la expresión corporal. Nunca antes se ha presentado en Venezuela por lo que viene con mucho entusiasmo. Caracterizado por lo que pudiera llamarse un mestizaje musical, resultaría difícil definirlo dentro de una sola categoría. En su música encontraremos algo de copla, tango, de bossa-nova, de salsa y bolero; de swing y de jazz. Y claro, también de actuación.
En una entrevista le preguntan: ¿Te sientes más cercano a la bossa, al jazz, el flamenco, el blues…? A lo que Toni respondió: “Me encanta el flamenco, me encanta el jazz, me encanta la música brasileña, me encanta el tango. No es que me identifique más con uno de ellos, es que creo que todo eso lo metes en un cóctel, te lo tragas, llega al estómago y cuando eructas, es Zenet. La palabra fusión me provoca sarpullidos. Se ha malogrado la palabra fusión. Hay que tener cuidado con ella. No me gustan los cajones. Que cada uno decida”.
Algunos lo llaman el nuevo Frank Sinatra, por su sombrero, actitud y una voz particular. Su faceta de actor, que siempre ha desarrollado en paralelo con su trabajo en el mundo de la música, lo llevó a dar forma a su proyecto musical en el que le acompañan sus inseparables: Javier Laguna (letrista), Javier Viana (percusión), José Taboada (guitarra), Joshua Edelman (piano), Lucho Aguilar (contrabajo), Jimmi Castro (batería), el ex Irakere Manuel Machado (trompeta), Ove Larson (trombón) y Kamala (coros).
El “efecto descubrimiento”. Así es como Zenet llama a lo que ocurrió con su disco de debut, Los mares de China, que gracias a temas como Soñar contigo o Estela comenzó a volar entre bocas y orejas: “Tienes que escuchar a este malagueño que canta con tanta intensidad esos abolerados temas de jazz latino”, le decía un amigo a otro. Y cogía y se llevaba a su compadre a un concierto de Zenet, o le regalaba el disco. Así, poco a poco, boca a boca, Los mares de China se convirtió en el éxito discográfico más sorprendente de 2009.
Se acerca ahora el final de 2010 y llega Todas las calles, diez peliculitas sonoras en las que el protagonista -un truhán con extraordinario parecido a Toni Zenet- coquetea, ama y sufre por los rincones de una ciudad que tiene tanto de Madrid como de su Málaga natal, París, Buenos Aires, Nueva York, La Habana o Río de Janeiro… según los vientos le lleven a uno u otro lado. “No tenemos vergüenza ni pudor para empezar un tema con bossa nova, pasar por el tango y acabar en la salsa cubana. Lo importante es que se haga con naturalidad. Y con respeto, claro”, aclara Zenet.
Entrada General: Bs.300,00
Fuente: Fadella Lares.
