Para que viajar sea realmente un placer, el truco es poner manos a la obra en su organización y planificación. Aquí algunas claves para hacer que la satisfacción esté garantizada.
Las expectativas que genera la posibilidad de pasar una temporada en otro destino, visitar lugares nuevos, descubrir otras geografías y costumbres son ingredientes fundamentales en la preparación de un viaje. Pero qué hacer para que no suceda lo mismo que suele ocurrir con el bizcochuelo, que lo adivinamos perfecto, pero cuando lo retiramos del horno se desinfla y con él nuestras ganas.
Así como preparar un bizcochuelo requiere de cierta destreza en la cocina, organizar un viaje también necesita de algunos aderezos y secretos que es necesario tener en cuenta para que se pueda disfrutar hasta la última miga.
Cuando se piensa en un viaje, se piensa en los aspectos positivos, obviando, por lo general, todo aquello que pueda nublar el paisaje. Sin embargo, para que la experiencia resulte verdaderamente positiva, nada mejor que planificarlo con la debida anticipación. La importancia de la planificación radica en que no sólo va a hacer que el resultado se acerque más a lo esperado, sino que permite degustarlo para hacer los retoques que sean necesarios. Además prolonga el disfrute porque aunque no hayamos partido, ya comenzamos a viajar y porque al regreso tendremos muchas anécdotas para contar.
¿Por dónde empezar?
Elegir el destino puede llevar tiempo. A veces el rumbo está elegido porque escuchamos comentarios o porque nos recomendaron, leímos o vimos algún documental. Lo primero que hay que hacer es investigar acerca del lugar para saber si es el ámbito adecuado para pasar nuestras vacaciones.
¿Qué tipo de información es necesario recopilar?
Hay que comenzar por las características básicas de nuestro destino, distancia donde se ubica, el tipo de clima, el idioma, la moneda, leer un poco de la historia y las costumbres ayuda a comprender mejor la idiosincrasia del lugar. Por supuesto, imprescindible hacerse de un plano. También hay que indagar acerca de las actividades que se pueden realizar para ver cuáles están en consonancia con nuestros intereses. Fundamental tener en cuenta los horarios y los días de cada una para combinarlas en la programación y no regresar del destino sin haber visitado algo que nos interesaba mucho conocer.
Clima
Nada peor que viajar con una valija llena de ropa que no vamos a utilizar. Es importante tener en cuenta la época del año y las variaciones en el clima. No es lo mismo el invierno en el Caribe que en los Polos, eso está claro. Pero suele haber destinos donde hay mayores variaciones climáticas e inclusive con microclimas que tienen parámetros distintos a los esperados. Además, es importante para saber si es necesario colocarse alguna vacuna, o si es posible que desarrolle alguna alergia.
Alojamiento
La hora del descanso es sagrada, y más aún después de haber recorrido muchos kilómetros o haber pasado un día ajetreado de paseo entre los distintos puntos turísticos. Si reserva con antelación puede evaluar si se prefiere hospedarse cerca del centro o próximo al atractivo, o en una zona más alejada y tranquila. En cambio, si lo deja para último momento, es probable que pierda mucho tiempo tratando de conseguir alojamiento, se conformará con lo que encuentre y la tarifa sea más elevada. Una opción que puede considerar, si viaja en temporada alta y ya está todo ocupado, es alojarse en una localidad cercana desde la cual pueda realizar excursiones cortas a los atractivos que le interesan conocer.
Transporte
La forma en que va a viajar, también le va a permitir aprovechar descuentos. Recuerde que realizar las contrataciones anticipadas suelen ser un buen argumento para conseguir pasajes más económicos o mejores ubicaciones. Considere la posibilidad de contratar un paquete ya armado en alguna agencia, o armar su circuito en forma independiente.
Elija qué atractivos le interesan visitar. Consulte las distancias entre uno y otro y organícelos agrupándolos por categoría o cercanía, o por día de atención. Ubíquelos en un plano para saber cómo llegar hasta ellos. Tenga en cuenta que puede organizar su propio circuito aprovechando los viajes en colectivos o en taxis y remises, cuando no también, consultar promociones en el alquiler de un automóvil.
Comidas
Aproveche las redes sociales para curiosear acerca de la experiencia de otras personas en el lugar que a usted le interesa visitar, tenga en cuenta las sugerencias que le realicen y consulte acerca de la gastronomía. Lugares para comer hay muchos, pero no siempre el corazón sale contento. A veces la apariencia es buena pero el sabor no lo es tanto o los precios son de lujo y pueden conseguirse mejores resultados en lugares más modestos pero con platos más sabrosos. Si viaja a un lugar muy lejos o de una cultura muy diferente, seguramente no encontrará los platos que más le gustan o a los que su paladar está habituado. La comida es fundamental en el viaje, es muy conveniente informarse acerca de los platos típicos y los ingredientes más utilizados.
Los atractivos
Los viajes en temporada alta suelen ser multitudinarios, y hay destinos que son tan convocantes que siempre es temporada alta, por lo cual ármese de paciencia. Puede estar horas esperando para ingresar a un gran museo, trate de focalizarse en apreciar el tesoro que hay en su interior. Es recomendable que estudie antes acerca de los atractivos y lo que contiene cada uno para poder asistir y valorizarlos en su dimensión real y evitar decepciones innecesarias.
Planifique, pero deje un margen para la improvisación, siempre es importante dejarse sorprender. En tanto más tiempo dedique a la planificación de su viaje más seguro y tranquilo se sentirá cuando esté en el lugar. Se moverá como pez en el agua, sin temor a perderse nada. Al regreso, podrá organizar sus fotos y llevar un mejor registro de los lugares que visitó, permitiéndole revivir sus experiencias de una manera más grata y le dará más entusiasmo para empezar a proyectar su próxima estadía. Ésa es la frutilla de la torta. Que la disfrute.
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