Está por estos días en su natal Venezuela. Ruddy Rodríguez se encuentra inmersa en el rodaje de ‘La Casa del fin de los tiempos’, su primera participación en una película de suspenso.
Mientras tanto, los colombianos se están acostumbrando a verla como la costeña Adela Vengoechea, una viuda, madre de tres hijos y líder de la Cumbiamba Arrebatá, en la telenovela ‘Amor de Carnaval’, una producción de Colombiana de Tv. para el Canal Caracol, en la que demuestra sus dotes histriónicas y también sus habilidades para el baile. Esta última pasión le dejó una molesta secuela…
¿Qué le exigió como actriz su rol de Adela Vengoechea?
Aprender expresiones nuevas, hablar distinto, he tratado de hacer un acercamiento lo más parecido a una costeña. La manera de hablar en Barranquilla y Cartagena es tan musical que es como si uno tuviese una campanita dentro, entonces quise que todo me sonara: las expresiones, las manos, así fui construyendo el personaje.
Las jornadas de baile fueron agotadoras…
Y tengo mi regalito: una fisura en el dedo gordo del pie derecho. Pero yo seguía bailando, chévere, pero con los meses veo: ¿Uy, qué le pasó a este dedo que está medio tieso? Me hice la radiografía y tiene fisurita y de vez en cuando hay que infiltrarlo, pero se porta bien, gracias a Dios.
¿Qué tan arrebatá es Ruddy en la vida real?
(Risas). Pregúntale a mi marido… Yo sí soy arrebatá, a mí me salen unas ‘loqueteras’. Soy muy espontánea, lo que pienso lo digo, no me guardo nada, lo digo directo, con simpatía, de manera jocosa, pero lo digo. Tengo un dicho: prefiero decir la verdad caiga quien caiga, incluyéndome a mí.
Luego de filmar en Venezuela irá a Ecuador a presentar ‘Venezzia’, su película junto a Poncho Herrera, de RBD. Las fanáticas del cantante y actor deben estar envidiosas de usted…
El estreno en Ecuador será el 18 de mayo. Y sí, me siento orgullosa como actriz y productora de esta película haber tenido a una estrella de la talla de Poncho Herrera: su sencillez, su candidez, su humildad me encantaron. Las fanáticas salían detrás de las piedras, del pozo, del chorro, de todas las locaciones, no bajaban de 50, de 80. El amor que le tienen a ese hombre es impresionante. Es muy bello. Yo odio a las estrellas que se las tiran de estrellas y no tienen la calidad humana que tiene él.
Háblenos sobre el desnudo que hizo en la película junto a él.
Era mi primer desnudo en toda mi carrera. Con toda la experiencia que tengo, me entró una llorantina, por los nervios. Paré la filmación una hora, la llorantina no paraba y Poncho y el director calmándome. Poncho me decía, yo te voy a ayudar, te voy a cuidar, te voy a proteger, y al final quedó una de las escenas más bellas de la película. Nadie la vio vulgar, la gente la vio con cariño y por supuesto, todas las fans de Poncho querían ser yo.
¿Se sintió cohibida por ser casada?
Es una cosa de pudor, porque ya es sin traje de bañito mi amor, sin nadita (Ruddy habla con voz de niñita) y ahí sí le da a uno ‘chuto’ peludo (risas).
Siempre le he huido a esas escenas. Siempre las negocio y al final nunca se hacen desnudos, sino semidesnudos, espalda desnuda. Y yo cubriéndome todos los ángulos: tapándome el pecho, la cola. Además, los desnudos siempre los he sentido innecesarios. En esto me lo pidieron como algo necesario, lo consulté con la almohada y dije, bien, a lo hecho, pecho.
Que es muy perfeccionista me cuentan…
Sí, tirando a jodona, pero no tanto.
¿Pero se acerca a su personaje de Eugenia en Amas de Casa Desesperadas?
No soy perfeccionista en ese sentido. Ella es obsesiva, compulsiva, y demasiado ordenada. Yo no. Con este personaje yo decía: nunca había visto una tipa tan mamona, es tan mamona que no me la soporto ni yo, que soy quien la encarna. Esta tipa no me la aguanto, es un hueso. Claro, a Ruddy le gustan los espacios abiertos, mover las manos, expresarse con los ojos, la boca y ver a esta tipa que casi no se movía, que parecía comprimida, nooo. Yo odio la gente que no dice lo que siente, que todo se lo guarda, odio las apariencias.
¿De los chismes que le han inventado cuál la ha puesto más iracunda?
Mi amor, el único que me ha fastidiado es que me hayan inventado un romance con el presidente Hugo Chávez, es fatal. Me parece una falta de respeto que por pedir una audiencia presidencial me lo enchaqueten de novio y si los periodistas no tienen pruebas, más falta de respeto es. Gracias a Dios me pasó a mí, porque si es otra actriz débil de espíritu hubiera hecho algo distinto. Yo enfrenté, hablé, declaré y dije todo lo que era. A mí que me lo comprueben, nunca pudieron. Si me van a enseñar una foto donde fui a pedir audiencia entrando al Palacio de Miraflores esa foto no sirve, enseñen las otras que han inventado. Yo tuve un acercamiento (con el presidente) por un tema educativo y social, no tiene nada que ver con amores. Eso me parece terrible y mucho más cuando uno tiene su pareja, eso es una falta de respeto aquí, allá y acullá. Ya pedí audiencia con el presidente de Ecuador y lo voy a ver ahorita, para mí eso es normal, ya me vi con el presidente de Panamá y con la Primera Dama, eso es parte de mi trabajo social y no voy a dejar de hacerlo porque alguien va a inventar un chisme, noooo, mi amor.
¿Se le ocurrió demandar?
No, no, yo creo que fue alguien sin nada qué hacer que dijo esta mujer vende periódicos, este señor también, vamos a inventarles esto. A mí me pareció terrible, pero no me quitó el sueño, lo aclaré y ya. El que empezó el chisme, cayó por su propio peso. Por eso digo que la gente cae como los naipes.
Fuente: Gisela Matamoros.