Diversas dietas y medicamentos se presentan ante nuestros ojos como fórmulas milagrosas que nos permitirán alcanzar el peso y la figura ideal, y que lejos de contribuir con este objetivo en forma permanente, pueden afectar la salud, pues en estos procedimientos , en la mayoria de los casos, se ignora el estudio de los factores genéticos y metabólicos en el individuo.
A juicio de Doménico Petrarca, médico egresado de la Universidad de Carabobo (UC), y reconocido especialista en el tratamiento de personas con problemas de peso, “existen múltiples aspectos de índole conductual implicados en la obesidad que se deben tratar, para hallar una solución definitiva a este problema. Y al hablar de conducta no me refiero sólo a la alimenticia, sino a factores más complejos en cada paciente, para el 90% de los pacientes obesos, su problema fue una herramienta en principio, en algunos casos, para manipular a sus padres, luego para justificar problemas cotidianos y hasta como vía de escape a cualquier dificultad de su entorno”.
Petrarca fundamenta su ejercicio bajo la premisa de una investigación de la parte conductual de los pacientes, analizando su entorno familiar, en virtud de que muchos obesos escoden tras su condición problemas personales serios. Al tiempo que examina factores genéticos y metabólicos como parte de esta columna vertebral que orienta el tratamiento.
En su rol de motivador y orientador, Doménico Petrarca se ha dedicado a difundir su mensaje a través de diversas charlas, conferencias y talleres estableciendo una relación directa con las personas afectadas. “El paciente con sobrepeso tiene que reencontrase con el hambre, una necesidad fisiológica que acciona una serie de mecanismos metabólicos de complejidad que le ayudan a salir de su problema”- afirma- pues las dietas son para los enfermos y la única forma válida de comer es aquella enmarcada en el triángulo alimenticio que hemos conocido siempre. Para evitar dificultades que alteren un estado integral de salud y que pueden conducir a la larga, a trastornos entre los cuales se considera la ortorexia, cuando el individuo deja de comer alimentos necesarios por considerarlos dañinos, en tal sentido no se consumen los nutrientes que puedan ser procesados o preservados, así como vitaminas y minerales, en este caso el paciente crea su propio patrón de alimentación. “La ortorexia es la punta de lanza que conduce a la bulimia y anorexia; cuando se detecta la ortorexia podría decirse que no existe la adicción a la comida ya que no hay un componente químico que estimule al individuo a caer en consumo excesivo de carbohidratos”.- expresó-.
Otro de los aspectos muy importante, que el Dr. Petrarca ha tomado en cuenta en sus estudios es el manejo del stress, en tal sentido cuando nos encontramos ante situaciones estresantes el organismo reacciona segregando una hormona llamada Cortisol, un esteroide, y hace que nuestro cuerpo produzca la energía necesaria para bregar con el stress. El especialista desarrolla una investigación con sus pacientes hombres y mujeres entre 25 y 60 años, y subraya que la hormona cortisol actúa de manera implacable en la forma de vida, debido a que el stress incide hasta en el embarazo evitando, en algunos casos, que se pueda concebir, por el bloqueo que la hormona produce. “La hormona cortisol provoca la acumulación de grasa alrededor de los órganos vitales. El estilo de vida, la edad, el hábito de fumar, el consumo de alcohol y la falta de ejercicio facilita el aumento de grasa abdominal. Tras la menopausia el cambio hormonal produce, igualmente, acumulación de grasa ”- apunto el doctor-. Ahora bien tal como lo han afirmado expertos en la materia, un estilo de vida saludable, dormir las horas necesarias, practicar deportes, así como la relajación contribuyen a reducir los niveles de cortisol.
Para mayor información favor acceder a la página www.drdomenicopetrarca.com; Twitter: @quitateunpeso; Facebook: quitate un peso (grupo).
Las personas interesadas se pueden comunicar con el consultorio del Doctor Petrarca a través de los números telefónicos (0241) 824.55.31 y (0241) 824.25.34.
Fuente: Acela Santamaría.