La Secretaría de Cultura, invita a los bogotanos y turistas a conocer el Patrimonio religioso del Centro Histórico.
Templos que conservan gran parte de la riqueza arquitectónica e histórica de la ciudad y que son el mejor reflejo de la devoción que se vive en la Capital.
CATEDRAL PRIMADA
Carrera 7 con Calle 11
La construcción actual es la cuarta que ha ocupado ese lugar. La primera se comenzó en 1538. Hacia 1550 se inicia la segunda que desaparece en 1569. La tercera se inicia en 1572, y es demolida en 1806 para dar paso a la edificación actual que inició su construcción en 1807, con planos de Fray Domingo de Petrés.
A su muerte en 1811, el interior de la Catedral se había terminado, aunque no tenía revestimiento, y la fachada estaba a punto de levantar las torres, habiendo alcanzado la primera cornisa. En el terremoto de 1827 éstas se cayeron. En 1943, se restauró la fachada de la catedral por el arquitecto español Alfredo Rodríguez Orgaz.
IGLESIA DE LA CANDELARIA
Calle 11 con Carrera 4, Esquina
Calle 11 con Carrera 4, Esquina
La obra iniciada en 1686, se terminó en 1703. Es uno de los tres conjuntos conventuales santafereños que se salvó de las demoliciones llevadas a cabo en la ciudad durante el siglo XX (Las Aguas y San Ignacio son los otros dos). Iglesia y convento (sede del actual Colegio Agustiniano de San Nicolás), fueron simultáneamente iniciados en 1686 y terminados en 1703. A finales del siglo XIX se le introdujeron, tanto a la fachada como al interior, unas reformas las cuales eliminaron numerosas características originales del templo. En 1992 se iniciaron los trabajos de restauración estructural de la iglesia, por parte de la Fundación para la Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural Colombiano.
El claustro adyacente fue construido en dos etapas; su piso bajo tiene arcos de medio punto peraltados sobre las columnas usuales en la época de Santa Fe, llamadas dórico-toscanas. Ese tipo de apoyo estructural constituye una constante tipología. Sin embargo, el piso alto del claustro se hizo con amplios machones y dinteles en madera, resultando un singular conjunto en el que una liviana arquería sostiene un pesado piso alto.
LA TERCERA
Calle 16 con Carrera 7a
Calle 16 con Carrera 7a
Representa el mejor ejemplo de decoración dieciochesca, ya que aparecen aquí por primera vez los motivos del rococó. Se comenzó a construir en 1761 y finaliza hacia 1774 ó 1880, según los entendidos. El valor inmenso de este templo, radica en el trabajo decorativo rococó de altares, retablos, púlpitos y confesionarios realizado por el entallador Pablo Caballero. Se conserva el más importante conjunto de talla peinada que ostenta la ciudad.
Una rica iconografía representa hojas, flores, frutos, pequeños rostros de ángeles y estilizadas figuras de animales; el color predominante es el sepia. Junto con las iglesias de San Francisco y de La Veracruz, situadas a pocos pasos entre sí, forman el conjunto de arquitectura religiosa más importante de Bogotá.
LA VERACRUZ
Calle 16 No. 7-19
Calle 16 No. 7-19
Fue una de las primeras iglesias levantadas por los conquistadores en Santa Fe (1546). Años más tarde, en 1631, cuando ya se había formado la plaza de mercado de San Francisco (hoy Parque de Santander), la ermita fue ampliada pero el terremoto de 1827 la destruyó en gran parte, siendo reconstruida posteriormente. Entre 1904 y 1910 fue declarada Panteón Nacional.
Su fisonomía actual, después de la desafortunada intervención en 1908 del arquitecto Julián Lombana y de una posterior remodelación en 1960, es la de una iglesia de muros blanqueados lisos con dos accesos, lateral y frontal, enmarcados por portadas de sillería, partiendo la esquina nororiental de la cubierta de una torre de un cuerpo que corresponde al campanario, con capitel ‘entejado’.
Allí reposan, en una capilla ubicada a la derecha del altar mayor, los restos de numerosos próceres fusilados durante la reconquista española. Sobresalen dos obras de gran valor histórico: el Cristo de los Agonizantes, crucifijo ante el cual los reos oraban la noche previa a su ejecución, situado en la nave izquierda del templo, y el Cristo de los Mártires, lienzo que acompañaba a los condenados hasta el cadalso y que presidía los cortejos fúnebres, situado en el altar mayor. También, la sencillez de los muros interiores, el techo en forma de artesa y el enchapado en plata del altar.
SAN AGUSTÍN
Carrera 7 con Calle 7
El templo de San Agustín es lo que resta del convento de este nombre, fundado en 1575. En 1937, como parte de la celebración del cuarto centenario de Bogotá, el claustro principal, uno de los más importantes de la ciudad fue demolido para erigir en su lugar el «Palacio de los Ministerios», actual Ministerio de Hacienda. El templo actual es el tercero que se construyó en ese lugar. Se comenzó en 1637 y se culminó hacia 1668. En el interior sobresale el artesonado de la nave principal decorado con motivos geométricos y la magnífica talla del altar mayor. A la izquierda y derecha del altar están el conocido retablo de la Virgen de Chiquinquirá, patrona de Colombia, y el apreciado altar de Santa Rita. La iglesia conserva hermosos retablos, imágenes y lienzos dispuestos en altares, capillas, muros y bóveda.
SAN FRANCISCO
Carrera 7 con Avenida Jiménez
Junto con la de San Diego, aunque muy alterada por restauraciones, es el templo más antiguo de la Capital (1566). Terminado durante la segunda mitad del siglo XVI, resultó gravemente averiado por el terremoto de 1785 pero tuvo una fiel reconstrucción. En años recientes la iglesia fue desprovista de su pañete blanco exterior y sus cubiertas e interior fueron alterados hasta el punto que los únicos documentos históricos que sobreviven son la fachada principal, la torre y el presbiterio.
Resaltan sus fabulosos retablos dorados, y tallas en madera que conforman el más impresionante conjunto barroco de la ciudad, además de poseer antiguas imágenes en bulto y pinturas de devoción popular, destinadas al culto religioso.
SANTA BARBARA
Carrera 7 No. 5-26
Carrera 7 No. 5-26
Se remonta a finales del siglo XVI, cuando fue una de las parroquias más importantes del naciente poblado de Santa Fe. El barrio, que tomó su nombre, tuvo un gran auge durante los primeros dos siglos de vida de la ciudad; en la actualidad las casas coloniales prácticamente han desaparecido. La disposición exterior del templo es sencilla. Al ingresar se destacan la cubierta de la nave central, en forma de artesa, y los modestos tirantes.
El templo era originalmente de una nave, con los años se añadieron capillas a lado y lado formando naves laterales. El ala izquierda presenta un tramo que conserva a la vista una cubierta original que data, probablemente, del siglo XIX. En el presbiterio se admira el extraordinario tabernáculo en forma de templete y el magnífico sagrario.
SAN JUAN DE DIOS
Calle 12 No. 9-93
Al oriente del atrio se levantaba una de las torres más elevadas que tuvo la ciudad, la cual fue reconstruida después del terremoto de 1743, en proporción muy inferior a la original.
En la nave principal se observan los sencillos apliques en madera que presenta la bóveda de cañón.