Aunque este típico plato tailandés se elabora de forma rápida y sencilla resulta delicioso, de modo que está destinado a convertirse en un clásico en tu repertorio culinario.
La guindilla o chile rojo. Hay evidencias arqueológicas en yacimientos ubicados en el suroeste de Ecuador que el género Capsicum fue cultivado hace más de 6000 años, y es uno de los primeros cultivos en América que se autopoliniza. El cultivo se dio al menos en diferentes lugares de Suramérica y Centroamérica.
El chile o guindilla se usa extensivamente como condimento y verdura. Las hojas, que son un poco amargas pero mucho menos picantes que el fruto, se emplean como brotes en la cocina filipina, donde se llaman dahon ng sili (literalmente ‘hojas de chile’). Se usan en la sopa de pollo llamada tinola. En la cocina coreana, las hojas pueden usarse para preparar kimchi. En la cocina japonesa, las hojas se preparan como brotes, y también se cocinan al estilo tsukudani para conservarlas. En la cocina tailandesa, es un ingrediente básico asta en postre.
Ingredientes para dos personas:
2 guindillas rojas, 2 dientes de ajo picadito, 2 cucharadas de aceite de vegetal, 200 gramos de pechuga de pollo picada en dados, 1 cebolla pequeña picadita, 25 gramos de brote de soya, 25 gramos de pimentón rojo picadito en dados, 15 gramos de zanahoria picada en cubos, 2 cucharadas de papelón, 3 cucharadas de salsa de pescado, 5 cucharadas de caldo de pollo, 20 gramos de hojas de albahaca, hacer arroz para acompañar el plato.
Preparación
Machacar en el mortero las guindillas y el ajo hasta que se forme una pasta. Agregar el aceite en una sartén y llevar al fuego, añadir la mezcla de guindilla y ajo. Remover durante 30 segundos.
Agregar el resto de los ingredientes y cocinar, mientras se remueve a fuego medio durante 4 minutos. Subir el fuego y seguir removiendo de forma vigorosa durante 30 segundos más.
Servir caliente con arroz y decorar con albahaca.
Fuente: Juan Antonio García Pineda.