En una selección de las páginas internas de los libros de Ediciones Ekaré, mostramos las diferentes técnicas empleadas por sus ilustradores para crearlas con variación de métodos que ofrece el artista para contar historias .
La pulga y el piojo • Ilustraciones Víctor Pérez • 1993 |
Estas fueron hechas en acuarela. Destaca la manera en que, usando un pincel muy fino, Victor Pérez llega a definir detalles y texturas.
Estaba el señor Don Gato • Ilustraciones Carmen Salvador • 1993 |
Carmen Salvador escogió trabajar las ilustraciones con lápices de colores, resaltando el contorno de las figuras y añadiendo texturas con grafito. Esta técnica cercana a los niños entra en sintonía con la caracterización de los personajes y las composiciones naif.
Yo tenía diez perritos • Ilustraciones Laura Stagno • 2002 |
La ilustradora Laura Stagno trabaja con el collage. Cuando ilustró el libro, se había mudado recientemente a Tokio y supo aprovechar los nuevos tipos de papeles que ahora tenía a su disposición. Los «perritos» y demás elementos están dibujados y recortados sobre diferentes papeles -lisos o texturados- y encolados sobres fondos de papel de color plano o estampado.
Mambrú se fue a la guerra • Ilustraciones Gloria Calderón • 1996 |
Es el primer libro que ilustró Gloria Calderón. Hasta ese momento había hecho trabajos artísticos en varias técnicas del grabado. Aprovechó su experiencia con el linóleo para las ilustraciones de esta canción. Los originales son impresiones en linóleo de una tinta, el negro, y coloreadas en acuarela.
Chumba la cachumba • Ilustraciones Carlos Cotte • 1995 |
Es el primer libro de Ediciones Ekaré donde el ilustrador utiliza técnicas digitales como una posibilidad más de su paleta. Carlos Cotte realizó los originales en goache con toques en lápiz de color y, unas vez escaneados, los retocó digitalmente añadiendo sombras, brillos y otros detalles.
Juguemos en el bosque • Ilustraciones Mónica Bergna • 2003 |
Fue el primer trabajo de ilustración de Mónica Bergna. Realizó las imágenes con una mezcla de pastel y creyón, resaltando algunos detalles con pequeños elementos de collage. Como soporte utilizó cartulinas con variaciones de azul de manera que acentuaran el paso del tiempo, del día a la noche.
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De una ilustración original a un libro impreso
Imaginar al ilustrador en su espacio de trabajo, con tintas que se mezclan, papeles que se desdoblan, acuarelas que tiñen y pinceles que recorren ideas, contrasta con el encuadernado de páginas encontrado en las librerías. El libro llega a manos del lector con cambios realizados a través de un proceso editorial y de dirección de arte. Acá una muestra de la unión, transformación, ensamble y composición de lo que antes era un original y se convirtió en un libro impreso.