50 Obras, entre ellas, pinturas y dibujos que abarcan del siglo XIX al siglo XXI, autores como Cristóbal Rojas; Camille Pissarro; el Barón Antoine-Jean Gros; Rafael Monasterios; César Pietro así como una gigantografía que reproduce la obra alegórica de Tito Salas y fotografías actuales del aspecto que presentan hoy las construcciones y monumentos que fueron destruidos en 1812, conforman esta muestra.
Inmersa en un objetivo didáctico, preventivo y que reconstruye de alguna manera la historia de Caracas, en esta exposición también se podrán apreciar obras coloniales que guardan referencia con el terremoto. Tal es el caso del retrato del Arzobispo Coll y Prat quien al decir que el terremoto había sido un castigo divino, denotaba su franca oposición al hecho independentista.
Así lo dio a conocer Juan Calzadilla, director de la GAN, quien enfatizó que clasificaron 16 puntos importantes en los cuales se divide la exposición, la cual presenta una museografía particular como lo es una banda digital de una partitura sonora inédita del compositor Luis Ernesto Gómez en referencia al terremoto, encargada para la ocasión.
Reconstruyendo la historia
Por otra parte, Carmen Michelena, curadora de la exposición habló de cómo este hecho telúrico ocurrido en 1812 afectó varias esferas tales como las condiciones de vida del ciudadano, el sistema de construcción y la parte política: “el terremoto de 1812 no solamente destruye la ciudad físicamente sino que además destruye la primera república independiente de Venezuela, no la destruye como pensaron en su momento pero el tema religioso providencialista “Dios nos está castigando por habernos independizado de España”, afecta en cuanto al hecho que haya una inestabilidad política en ese momento en que estamos en pleno proceso independentista”.
Dice que el contenido de esta muestra que traduce un esfuerzo conjunto con FUNVISIS, no solamente apunta a la sismología histórica sino que además contribuye a fomentar la conciencia ciudadana en cuanto a la prevención de catástrofes.
«Para mi esta exposición fue un aprendizaje de vida. No existen los desastres naturales, los desastres son humanos. La naturaleza tiene leyes y nosotros tenemos que entenderlas y acoplarnos a ellas. No es esperar que la naturaleza se acople a nosotros, es entender al mundo y acoplarnos a él».
A su juicio, es necesario crear conciencia sobre todo porque los caraqueños vivimos en una zona sísmica importante, por ello la gente tiene que saber que “no se debe construir en lugares inapropiados, que hay que tener cuidado con los materiales constructivos que se usan para cierto tipo de edificaciones”.
En ese sentido señala que en el terremoto de 1812 “uno de los materiales más agresivos resultaron las tejas, hubo muchos muertos porque se derrumbaron los techos y éstos estaban hechos con tejas, en cambio los que estaban construidos con caña resistieron más y no hicieron tanto daño” añade que con las paredes pasó lo mismo ya que las construidas con tapia soportaron más que las de mampostería. Eso es algo que la gente tiene que conocer para ir haciendo florecer la conciencia.
Michelena realizó el registro fotográfico profuso de cómo se encuentran actualmente aquellas edificaciones emblemáticas que se vieron fuertemente afectadas tales como iglesias, conventos, puentes y cuarteles entre otros. “El terremoto dura segundos y la recuperación tarda décadas”.
Indicó que en esta exposición, el proyecto Ciudad Compartida también se integrará, ya que los fotógrafos Frank Araujo y Luis Duarte, organizarán una toma fotográfica similar, la cual se proyectará en la sala.
Mientras, Gregorio Siem, museógrafo de la GAN, habló de elementos significativos que compondrán la museografía tales como: la sensación de que la sala esté fracturada ya que habrán grietas dibujadas, las cuales a la vez servirán para dividir los módulos. “El terremoto deja heridas, huellas, testimonio físico del suceso”.
Agregó que estarán ubicados dos mapas de Caracas, uno actual y otro de 1812, con los lugares que se vieron más afectados para así confrontarlos, así el público podrá caminar en el actual y ver de frente el correspondiente a 1812 “es como pisar el ahora y ver lo que sucedió o cómo éramos”.
Finalmente dijo que otro elemento de la museografía es que las obras no van estar niveladas exactamente en su punto sino de alguna forma movidas, dando esa sensación de que hubo un movimiento. La idea es hacer la muestra del terremoto lo más cercano como fenómeno visual y real