Anoche vi El Guardaespaldas otra vez y recordaba que la primera vez que la vi tenia 12 años, pensé que seguía estando enamorada de una cantante negra que fue mi ídolo y modelo en la niñez. Creo que lo he escrito un millón de veces, que de niña y joven, y después, quería caminar como ella, verme como ella y gracias a dios nunca quise cantar como ella. No habría podido.
Para mi esto es personal y quisiera escribir algo semejante a tu voz, pero no puedo. Nunca seré tan buena escribiendo como tú lo fuiste cantando.
A mí si la música me ha cambiado la vida y me sobrecoge, más que los libros quizás, más que el cine. Y conocerte a ti cambio mi vida.
Conocerte a través de la música y de una película que vi a los 12 años y de la que nunca me he podido desconectar, semanal escucho los diálogos, escucho tu voz que ya me se de memoria. Después de esa cinta vinieron tus discos, empecé a coleccionar todo y ya nunca más pude separarme de lo que eras para mí: un ídolo es un ídolo por más viejo que uno se haga.
Que tu voz es la mejor de tu generación, hermosa y poderosa, eso ya se sabe, no voy a escribir lo obvio, por eso el vinculo, por todo lo que me dices cuando cantas. Por todo lo que me haces bailar y ser feliz cuando cantas.
No sé en que momento comencé a hacerme adulta y tu comenzaste a hacerte mayor, no se que hiciste todos estos años que te perjudicaste o si lo sé, pero nunca me importo y nunca deje de comprar tus discos ni escucharte y menos de admirarte. Jamás, nunca entenderé que te pasó, solo sé que debiste desafiar el cliché de talentosa y loca, talentosa y alma perdida. No lo hiciste, lo intentaste, pero quien sabe que paso contigo, no debiste morir tan joven y mucho menos perder tanto tiempo en la desgracia, tu voz es luminosa, tu vida debió serlo mas.
Contigo me siento gay, mirándote, escuchándote. Quizás es una costumbre infantil, pero aprendí a imitarte, año tras año, casada, divorciada, soltera, he ido a la peluquería y me he cortado el pelo como tú, te he copiado la moda, el maquillaje. Si, yo de niña quería ser como tú y sigo intentándolo cuando me corto el pelo.
Sabes que tengo TODO lo que hiciste, cada cd, incluso esos que pasaron desapercibidos (The Preacher’s Wife me acompañó en un viaje a Brasil, Just Whitney… fue la banda sonora de mi nueva vida post divorcio) después del gran éxito que fue para tu carrera el soundtrack de El Guardaespaldas. Tengo todos y sé de memoria canda canción que grabaste me atrevería a decir, y sé que tienes una carrera valiosa y consistente como tu voz.
Ahora siento que algo en el mundo falta, al menos en MI mundo, porque contaba contigo como un mantra, como un santo de esos a los que la gente le prende velas o llevan en la cartera en estampitas.
“Mis dioses están en la tierra” decía Julio Cortázar y puedo suscribir la frase, porque tu eras –y eres- uno de ellos.
Al principio escribí que esto es personal y lo es, no escribo como critica de cine o de música o como una admiradora cualquiera.
Para mi que nunca te conoci siempre fuiste algo mas, no puedo ser objetiva ni escribir un articulo despersonalizado. Llevo la noche llorando desde que me enteré que ya no estas en este mundo, no sé que podría decirte, no se que decirme a mi misma. Solo que ahí esta y estará tu música, yo nunca me olvidaré de ti porque no tengo que recordarte, estas y punto.
Aunque fuiste una perfecta desconocida, creo que me vincule mas contigo que con mucha gente. Te amo Whitney, ojala y podamos vernos, no se a donde fuiste, pero rezo por vos como en la canción de Charly García.
C.Luisa Ugueto