Asia es gigantesca y cada país tiene su propia tradición culinaria. Pero las sopas existen en todos los países: desde China, pasando por Tailandia hasta Sudamérica.
El origen de la auyama es de América del Sur, donde se desarrolla de forma silvestre en el Cono Sur y Mesoamérica. Los registros más antiguos de su cultivo se encuentran en la cultura Las Vegas, en la península de Santa Elena (Ecuador). Estos vestigios fueron estudiados en los años setenta y ochenta por la arqueóloga estadounidense Karen Stother. Los restos más antiguos hallados datan del 7000 a. C. en América del Sur.
En la cultura inca era muy sagrada, sobre las altas montañas de los incas en el paisaje se cultivaban majestuosas auyamas. Desde el folklor más profundo por la auyama, los incas los ecuatorianos, cultivaban la flor de mesoaméricana. Botellas de agua fueron creadas en forma de auyama jugando un papel cultural en los incas, el fruto que yo llamaría “la flor mesoamericana”.
Ingredientes para cuatros personas: 700 gramos de auyama, ralladura de piel de limón, 2 cebollas picadita, 2 cucharadas de aceite vegetal, 1 ½ cucharadas de curry, 600 ml de caldo de pollo o gallina, 400 ml de leche de coco (puede ser de lata), 1 cucharada de papelón molido, 2 cucharadas de jugo de limón, sal y pimienta al gusto.
Preparación
Pelar la auyama, sacarle las semillas y cortar en pequeños dados. Lavar el limón y rallar su piel. Pelar las cebollas y cortarlas en cuadritos. Calentar el aceite en una olla y cocinar las cebollas y el curry durante unos 30 segundos. Añadir la auyama y sofreír unos 2 minutos. Agregar la leche de de coco, el cardo, la ralladura de limón, la sal, la pimienta y dejar hervir durante 30 minutos a fuego medio.
Luego pasar por la licuadora, y revisar sabor al gusto. A quien le guste puede agregar unas 10 hojas de albahaca cortadas en tiras.