A quien le guste la salsa más suave, puede añadir100 gramosde nata en lugar de agua. Esta salsa de inspiración asiática combina muy bien con la pasta de huevo, que necesita muy poco tiempo de ebullición.
¿No hay que desgranar la guindilla? A quien le guste muy picante, puede triturarlo sin desgranarlo. Para los partidarios de un picante moderado, corte la guindilla a lo largo y retire las pepitas junto con las partes salientes.
Ingredientes para dos personas: 1 mango grande y maduro, 1 guindilla, 1 filete de pechuga de pollo, 1 cucharada de aceite vegetal, 1 cucharada de miel líquida, 2 cucharadas de curry en polvo, sal y pimienta.
Preparación
Pelar el mango, quitar el hueso y cortar la fruta en dados pequeños. Lavar la guindilla, quitarle el tallo y triturarlo lo más pequeño posible. Lavar la pechuga de pollo con agua fría, secarla y cortarla en tiras de1 cmde ancho. Hervir abundante agua con sal para hacer la pasta según las indicaciones del envase.
Primero calentar la sartén en el fuego alto, después añadir el aceite y dejar que se caliente. Freír los trozos de pechuga de pollo a fuego alto durante 2-3 minutos. Bajar el fuego un poco la llama, añadir el mango y la guindilla y freír todo a fuego lento durante 3 minutos.
Añadir 100 ml de agua (también puede añadir nata200 gramos) y dejarlo cocinando durante 2 minutos. Sazonar con miel, curry, sal y pimienta. Agregar la pasta, dejar que escurra y servirla con la salsa.