Un reinventar al maestro Francisco de Goya, sensaciones, luces y el sonido inédito y particular de Nine Inch Nails darán vida a la propuesta expositiva titulada Imborrable, del artista plástico Antonio Moya, la cual se traduce en la primera exposición de la Galería de Arte Nacional de este año 2012, y podrá ser disfrutada por el público a partir de este domingo 4 de marzo, en la sede de esta institución ubicada en la Av. México, entre las estaciones Bellas Artes y Parque Carabobo del metro de Caracas, La Candelaria, a las 12:00 m.
Así lo dio a conocer Moya, singular creador quien explicó que este proyecto responde a una línea de investigación, la cual ha venido desarrollando desde hace 7 años, inspirada en las pinturas negras murales realizadas por el ilustre e inmortal pintor español en la Quinta del Sordo, a partir de 1819, siendo que el resultado de este trabajo que nos presentará en la GAN es a su juicio “un aquelarre comunicacional porque al final mis imágenes son tan fuertes como las del maestro y el genio de Goya, ese es un poco el espíritu que he querido dar”.
“No es un proyecto dibujístico ni pictórico ni en el que sólo han intervenido la fotografía y el video… Imborrables es un guión que parte de un pequeño retrato de Francisco de Goya que hice en 1961, hecho a buril sobre una plancha de zinc” explica. Moya señala que como parte de la exposición esa plancha estará expuesta en un lugar donde “competirá lo micro con lo macro”.
En ese sentido, 52 proyecciones inmersas en 4 bloques adquirirán ribetes de insospechada dimensión sobre la tiza, para seducir al público visitante. Arde Madrid se titula el primero de estos bloques, versa sobre “todo lo que uno puede intuir que le pasó a Goya en la época en la que pintó las 14 pinturas negras”.
Entonces el verbo de Moya es profuso y se enmarca en aquella España convulsionada, donde “Francisco de Goya asediado por la monarquía se retiró a las afueras de Madrid, a la Pradera de San Isidro y allí con toda la soledad después de la muerte de su amante La Duquesa de Alba, conformó todo ese delirio donde están Saturno devorando a su hijo que no es otra cosa que los españoles devorándose a sí mismos, esa España que a él le dolía como todo masón y proliberal”. Pinturas negras; El exilio y Amor, odio y muerte son los otros bloques de esta exposición.
Moya señala hacia la pared donde se harán las 52 proyecciones, en ella ha dado vida con tiza a múltiples focos “puedes borrar la tiza pero cuando proyectas sobre la pared lo que has hecho, amado, visualizado siempre va a aparecer y tú no podrás borrar nunca la memoria”.
Finalmente Moya dice “he dejado la piel en este proceso de iniciación quiero sentir en la gente las emociones que he sentido al tocar la pared, al sensibilizar mis manos en ella, quiero que la gente sienta todas esas emociones que creo se están perdiendo porque hay que producir grandes shocks visuales.
Fuente: Teresa Quilez.