El demonio en la proa ( B ) es una deliciosa novela de piratas. ¡Y la falta que nos habían hecho estos aventureros del mar! Collazos se metió durante muchos meses, quizás años, a leer y leer incansablemente sobre estos hombres tuertos, de brazos terminados en un gancho y con una pierna de palo, armados hasta los dientes y siempre dispuestos a asaltar en medio del mar, a cuanto barco se le atravesara en el camino. Y por eso es deliciosa, porque nos hace recordar a Emilio Salgari y tantos otros que nos permitieron navegar soñando junto a tantos y tantos locos que escribieron historias increíbles, muchas de ellas con exceso de violencia en alta mar.
– ¿Usted nació como buen lector y se convirtió en escritor?
– Si leí desde muy niño, pero eso no quiere decir que nací con esa afición, creo que la adquirí de mi padre quien tenía biblioteca.
– ¿Cómo surgieron sus primeras manifestaciones literarias?
– Surgieron con la tendencia a escribir relatos cortos de lo que veía o lo que pasaba cerca de mi.
– ¿Usted fue un “activista” en los Centros Literarios del colegio?
– No. Fui más bien tímido como estudiante de primaria y bachillerato, recuerdo haber participado muy poco en centros literarios.
– ¿Cuáles fueron los primeros libros que usted tuvo en sus manos?
– Fueron libros de aventuras y las novelas de Roberto Luis Stevenson.
– ¿Qué temas lo enamoraron en sus primeros años de lecturas?
– Los descubrimientos al rededor de la tierra, la vida de los conquistadores, también el cuento de terror.
– ¿Cuándo empezó a pensar en El demonio en la proa?
– Empecé a pensar en El demonio en la proa después de que intente darle forma narrativa a los acontecimientos del siglo XIX en Cali.
– ¿Qué fue lo que lo cautivó del tema de los piratas?
– Yo había escuchado de niño la historia increíble de unos piratas que visitaron a Cali en el siglo XIX.
– ¿Cree que aún no se han escrito verdades sobre los piratas?
– Creo que sobre los piratas existe una gran literatura.
– ¿Cuál fue la mayor dificultad que usted tuvo escribiendo el libro?
– La mayor dificultad fue crear una ficción para insertar la lección de historia.
– ¿Qué satisfacción le dejó el manuscrito cuando le puso el punto final?
– Creo que un escritor nunca queda tan contento con el libro, siempre piensa que pudo hacerlo mejor, pero en mi caso, sentí que había podido contar episodios nacionales que estaban sin contar.
– ¿Tiene listo otro libro con un tema similar?
– Sí. Escribí alguna vez una novela titulada María galante; son aventuras en el mar y en las isla caribeñas de un joven golfo que viene a América en el siglo XVI.
– ¿Este demonio es para un tipo especial de lectores?
– Creo que lo puede leer cualquier buen lector y no sólo lectores de aventuras o de literatura marinera
Por: Jorge Consuegra (Libros y Letras)