El gusto
Las sensaciones que percibe el catador después de haber examinado el color del vino, analizado los aromas y probado un sorbo, no son sólo gustativas sino gustoolfativas. En la boca se perciben tres tipos de sensaciones: sabores, aromas táctiles y químicas.
El gusto, por sí solo, percibe seis sensaciones que dependen de la estimulación de las papilas gustativas localizadas en la lengua: dulce, en la punta; salado y ácido, a los lados; amargo, en la parte posterior, que son los sabores primarios bien conocidos. Otros como metálicos y umami son de reciente descubrimiento en el vino.
De otro lado están las sensaciones relacionadas con el aroma en boca: el máximo sabor se manifi esta cuando el vino llega al velo del paladar y se empieza a tragar. Sus vapores ascienden a los nervios olfativos por los canales que unen la boca con la nariz.
Persistencia o recuerdo del vino
La cata del vino no termina al pasarlo o escupirlo. La cavidad bucal debe quedar impresionada con una sensación limpia y placentera que se conoce como persistencia o postgusto (recuerdo o huella que el vino deja al ser ingerido). Según su duración, esta sensación se clasifi ca como larga o corta y se mide en caudalías, período de tiempo en que la sensación producida por el vino persiste en la boca. |