Fin de año, recuento seguro, vi mucho más de lo que puedo enumerar, nunca escribo de todo lo que veo, escribo solo de algunas… porque quizás me gusta más ver que escribir. Además, las películas –la mayoría- escriben su reseña en la mente de tal modo que no hace falta decir nada más. Aquí algunas (solo algunas, es difícil hacer recuento) de mis favoritas de las que vi (o revisité) este año, las cuales no son necesariamente actuales, pero si buenas, excelentes películas. Enjoy!
Cenizas del Paraíso- Argentina (1997) En “Cenizas del Paraíso” el crimen de Ana es el primer eslabón de la cadena de hechos que sustenta una trama compleja. El cine Argentino que se caracteriza por “hacerte pensar”, recurre a muchas vueltas en la trama para desarrollar este triller, que utiliza la vieja táctica: un crimen y tres sospechosos. ¿Quién es el asesino? Dirigida por Marcelo Piñeyro (El método, Plata Quemada, Caballos Salvajes y Kamchatka) Cenizas del Paraíso posee escenas hermosas, mas allá de lo entretenida de la trama. Gran acierto representa la música incidental y el tratamiento de los personajes, especialmente el modo en que se cuenta la relación de los hermanos con el padre (Hector Alterio) la cual se muestra en su plenitud en una escena genial de los cuatro bailando una danza griega, la mejor escena del film, de una gran belleza.
How do you know – USA (2010) Casi no llego a la función de las 6:30 pm, no tenía ganas de ver de nuevo películas rosadas y tontas sobre enamoramientos previsibles. El film protagonizado por Reese Witherspoon, Owen Wilson, Paul Rudd y Jack Nicholson no me llamaba demasiado la atención. Comedias románticas… ya saben: lugares comunes y romance: un coctel no muy satisfactorio para un viernes por la noche. Sin embargo llegue, corrí el riesgo solo porque me gusta Reese, una de esas actrices de las que estoy enamorada, sobre todo después de verla en Walk the Line (2005). Esta cinta dirigida y escrita por James L. Brooks (Mejor imposible, 1997) tiene diálogos inteligentes, personajes novedosos, comenzando por Lisa el que encarna Witherspoon. Con una perspectiva que va mucho mas lejos de la búsqueda del amor romántico, algunas bromas obvias, y un humor que entretiene transcurren las casi dos horas de este film. Nada mal, pensé cuando terminó la cinta, después de todo vale la pena a veces correr riesgos.
Amor, Dolor y viceversa – México (2009) Un tema manido como el despecho y los celos, la obsesión que deviene en violencia por un “amor” no correspondido puede pasar desapercibido, pues desde Atracción Fatal –y mucho antes- ha sido cinematográficamente expuesto. Nada nuevo bajo el sol, podríamos decir, sin embargo la estructura laberíntica en que se cuenta la historia nos permite adentrarnos en un relato que solo se comprende del todo a medida que va transcurriendo. Este film protagonizado por Bárbara Morí, que desde que dejo la televisión ha demostrado que actúa tan bien como se ve (es excesivamente bella) y Leonardo Sbaraglia, a quien llevo unos meses mirando por casualidad (Sin Retorno, El corredor nocturno, Cenizas del Paraíso) cobra otro matiz por el simple hecho de mover los elementos del “como” cuentan lo que nos cuentan. Ese “como” es lo que hace la diferencia en una película intensa, donde no todo es lo que parece. A la película de Alfonso Pineda Ulloa solo tengo algo que cuestionarle: el titulo, merecía un nombre un poco más original. No le hace justicia.
Cashback – Inglaterra (2006) Ben no puede dormir, en su mundo hay un narrador en off, que es el mismo, describiendo y observando todo lo que le rodea como si fuera ajeno. ¿no te pasa que ves vivir a los demás y a ti mismo como si estuvieses fuera del marco, fuera de la foto? A mi si, a veces, quizás por eso este film escrito y dirigido por Sean Ellis, es uno de mis favoritos, a pesar de las que llamo “salidas fáciles” de su guión. Cashback es una película estupenda, sin embargo, a mi modo de ver, el film sufre de los mismos males que My Blueberry Nights (2007), salidas facilistas para situaciones complejas, salidas idiotas poco apegadas a “la realidad”. Claro… ¿Qué es la realidad?, es solo un film, y el director puede crear “su realidad” como le de la gana. Lo cual no significa que el espectador no tiene derecho a “revelarse”, yo me revelo y discuto de la manera siguiente. Todo el film parece la excusa adolescente de como “la perdida” del amor romántico es capaz de anularte la vida, y como la recuperación del mismo produce un efecto benéfico instantáneo en la vida de la gente. No niego lo primero ni afirmo lo segundo, sin embargo, conozco muchos que se sienten alienados aun con parejas y otros que no sienten tristeza o melancolía a pesar de andar solos. Mas allá de la estética bien lograda y solida, los efectos armoniosos, los buenos diálogos y mejores actuaciones, esta película te deja con un sabor extraño, algo así como un sentimiento de culpa, se plantea moderna, se plantea la visión independiente de “una relación”, pero como en «La Bella Durmiente del Bosque » solo te despiertas si el príncipe te besa en la boca. Y Sean, tu que eres tan guapo debes saberlo… deberias… es mucho mas fácil levantarse con tus propios medios, que recibir un beso oportuno de amor verdadero.
La garganta de Linda Lovelace, Deep Throat – USA (1972): Garganta Profunda, la hayas visto o no, seguro que has oído hablar de ella. El impacto de aquel film se ha multiplicado con el paso de los años, quizás porque “el porno” como tal no forma parte del “cine”, es más bien una industria paralela, al margen, underground, oculta, aunque tiene millones de adeptos. El film con el que se hizo famosa Linda Lovelace (la fama no le dio “una carrera” como tal, solo fama), aunque suene a cliché decirlo, marco un antes y un después en la historia del cine porno. Dirigida por Gerard Damiano, la película cuenta “la historia” de una mujer que tiene el clítoris en la garganta.
The Beaver – USA (2011) Jodie Foster dirige a Mel Gibson en esta película (la tercera de su carrera) sobre la soledad. Suena simple, suena tonto, suena a lugar común, pero algunos escriben para no estar tan solos, otros hacen películas, y otros se inventan amigos imaginarios, que los ayuden a hacer lo que tienen que hacer. Walter Black esta deprimido severamente, lo único que hace es dormir y “existir”, todo quien ha sido es solo un recuerdo, una foto vieja. Su esposa (Jodie Foster) y sus dos hijos tienen que asistir a su desmoronamiento, mientras luchan con sus circunstancias cotidianas. Foster dijo sobre su papel como directora en una entrevista para El País, refiriéndose a sus películas: “Todas ellas son películas independientes y personales con trazos comunes que hablan de la soledad y del miedo a estar solos por mucho que te guste disfrutar de esa soledad. Que hablan de la familia y de nuestro miedo a parecernos a nuestros padres. Que hablan de una crisis espiritual como la que todos vivimos cada cinco años, que hablan de depresión aunque sea un tema que la mayor parte de la gente prefiere evitar”.
Esta película es el mejor de sus ejercicios cinematográficos.
C.Luisa Ugueto L.
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