Mirih Berbin nació en Ciudad Bolívar, estudio en la Universidadde Carabobo e colaboradora para la revista La Tuna de Oro. En el 2008 publicó MAREAS, su primer poemario, ha publicado en periódicos y revistas de la región de Carabobo.
En Mirih se cumple aquello que dice muchos poetas de que todo artista realiza su obra a su imagen y semejanza. Y no solo por la pulcritud de sus gestos y la exactitud de sus palabras, que reflejan fielmente un pensamiento poético, fruto de una observación rigurosa del ser humano, sino también por su imagen y aspecto, pues bien podría ser uno de sus letras, que hubiera escapado de su obra para conversar de manera inteligente y atinada con el lector.
¿Cómo entraste a la literatura?
Mi padre Carmelo Berbin es declamador de la prosa oriental venezolana, mi abuelo era galeronista, de los que contrapunteaban haciendo rimas. Digamos que la poesía fue parte de mi paisaje infantil. Ya en la adolescencia mi padre al ver mi inquietud me regalo el repertorio poético de Luis Edgardo Ramírez, desde entonces comencé a escribir, pero en aquella época era rimado, después hice la transición.
¿Qué significa para ti la Poesía?
Adopto lo que dicen los amigos surfistas “es un estilo de vida”, la poesía construye mis días y los acompaña profundamente, a veces me descuido de otras cosas por estar pendiente de ella. Es realmente un aspecto importante en mi vida porque lo veo como una respuesta a la cotidianidad y a la inercia que nos deprime un poco.
¿Qué poetas, escritores, artistas o experiencias han marcado tu cocina literaria y también la propia vida?
Bueno de la primera parte de tu pregunta de escritores que marcaron mi cocina literaria –muy creativo eso por cierto- están mis maestros Carlos Osorio Granado, Adhely Rivero y Juan Calzadilla. Aunque la verdad escribo muy distinto a todos, me ensenaron a tener disciplina y ver en cada poema un acercamiento a lo que soy, lo que persigo y lo que me rodea. Referente a escritores que me marcaron a través de sus libros están los poetas: Alejandro Oliveros, Javier Alexander Roa y Walt Whitman… y si tuviera tiempo para contarte de mis días importantes o de luz lo haría, pero nos desviaríamos mucho. Por lo pronto puedo decirte que todo se encuentra allanando mis escritos y dicen una historia propia de días largos y cortos.
¿Cómo es tu proceso escritural? ¿Cómo trabajas hasta concretar un poema?
Eso ha cambiado mucho sabes, antes literalmente tenía que correr a escribirlo porque se me iba el poema, lo recuerdo y me da risa. Luego, por un tiempo hice escritura rápida de la mano del maestro Calzadilla pero no lo adopte porque yo quería editarlo después de escrito y de acuerdo al maestro no se recomendaba. Ahora reconozco un silencio, una mirada distinta… Me da por buscar un poema o recordar una cosa tal vez tonta. Sigo la rutina pero sé que adentro algo se cocina, le doy tiempo y espacio en mi cabeza, a veces me olvido que existe y cuando escucho una palabra, veo un paisaje o algo sugerente me toca la puerta: nock nock, busco lápiz y papel y lo dejo salir.
¿Cómo ves la poesía actual venezolana?
En un proceso importante de crecimiento y evolución, donde el paisajista, el urbano, el espiritual, el protestatario, en fin, todos conciben en la creación la realidad de un país que es esa pequeña visión que construimos en los libros. Evidentemente se puede observar que hay una tendencia al minimalismo, a la irreverencia a lo convencional que es el romanticismo clásico del “yo te quiero, tú me quieres”. Se han incluido imágenes poco sutiles en la escritura, dichas con la mayor elegancia. Comento esto porque es lo que he leído, incluso en libros de amigos, ya que sería muy osado de mi parte decir si está bien o mal porque quien más novatona que yo.
¿Qué libros nunca has podido terminar de leer?
Ese es un secreto que me llevare conmigo pequeño. (Sonrisa picara)
¿Qué palabras le dirías a alguien que está comenzando en esto de la poesía, alguien que ha decidido ser poeta?
Primero te diré algo que me paso y después las palabras. Cuando estaba empezando a escribir -a mis 17 años- estaba emocionada porque había escrito un poema y se lo mostré a mi mejor amigo de aquella época. No le importo en lo más mínimo y siguió hablando como si nada. Después de algunos años de molestarme por esa situación supe que no todos entenderían lo que implica ser poeta o hacer poemas y está bien, con que uno si lo sepa o este en búsqueda de ello es mucha la ganancia. Entonces escriban y lean, mas nada. No importa no los entienden, si otros dicen que es cursi, una pérdida de tiempo o algo así, porque al final uno no escribe por aprobación del resto, sino porque hayo un llamado y deben seguirlo, sin duda.
¿Qué te sugiere esta frase de Javier Alexander Roa? “Hay veces que el amor y el mar se parecen.”
Ese epígrafe le da fuerza a mi libro “Mareas” porque yo comparo las etapas del amor con el mar y eso es lo que J.A.R. dice. Conocerse y conectarse: Soles, problemas ya dentro de la relación: Oleajes y ruptura: Resacas… Por eso la considero parte fundamental de mi libro, además escrita por alguien de quien que como te dije anteriormente he tenido mucha lectura. Tal vez por eso la encontré fue ahí.
¿Cómo nace MAREAS?
Escribí en mi paisaje, sobre mi paisaje y lo que me ocurría en ese tiempo y un día me di cuenta que no eran poemas aislados, que podía darle forma a una cosa más grande y comencé a separarlos y cuando me di cuenta tenia material como para un libro.
¿Qué nos preparas para el 2012?
Mucha poesía, encuentros, ganas de seguir en consonancia con la escritura. Cada vez es distinto cada etapa y la verdad nos sé que esperar pero sí que ofrecer, poesía, poesía y mas poesía…
¿Un poema para Venezuela?
Claro… este es muy yo
Un día disparado
Me miran y no saben quién soy
pretendo ser mala
para evitar la aproximación del otro
me tienen por muerta
por eso acomodan
algún cuento viejo
y me visten según sea el caso
si supieran que hay una plegaria
un compromiso
una oración tal vez
un día disparado
buscando valle
suelo verde
y la promesa de un sueño
que me hace compañía.
Y por último ¿Cuáles son los 2 libros que recomiendas leer?
“Abalorios” de Javier Alexander Roa y “Antología Poética” de Ana Enriqueta Terán.
