Para quienes no lo saben, Marqués de Puntalarga es todo un sello de calidad que le ha dado a Colombia lugar y categoría en el mundo del vino. En efecto, se trata del proyecto titánico de Marco Quijano Rico quien, dueño de una pasión por la tierra boyacense heredada de su padre, Marco Quijano Niño, se decidió a convertirlas en un terroir.
En efecto, luego de adelantar estudios de química en la Universidad de Lausana (Suiza), de obtener una beca de la Sociedad Max Planck para el fomento de la ciencia y de un doctorado en Mainz (Alemania), regresó a Colombia dispuesto a aprovechar su vasto conocimiento académico y su innegable acercamiento con el mundo del vino en dos frentes: el primero, con la Federación Nacional de Cafeteros –entidad que no dudó en vincularlo- y el segundo, en un proyecto personal que hoy le da relieve a Boyacá y a Colombia en el mundo del vino: Marqués de Puntalarga.
El segundo, que nos ocupa, se inició un día de 1982 contra todos los preceptos. No fueron pocos los escépticos que duraron de la viabilidad del proyecto, los mismos que se sorprendieron con los primeros frutos del viñedo, unos racimos de RIesling y Pinot Noir que produjo esta tierra bendecida.
El nacimiento fue posible gracias al terroir, la tierra ideal para plantar y cultivar la vid, un logro que puede abrogarse don Marco luego de analizar, investigar, encontrar y adecuar un terreno con las mejores condiciones para hacer su sueño realidad: un permanente buen otoño junto a un suelo liviano, derivado de coluvión y arenisca muy antigua, rico en óxidos de hierro que produce reflejos rojos que inciden favorablemente en la calidad de las uvas.
Hoy, el viñedo de Puntalarga ocupa 3,8 hectáreas, en su mayoría plantadas en 1984, con cepas de RIesling, Pinot Noir y cruzamientos de Riesling y Silvaner. Y bajo el nombre de Marqués de Puntalarga, engloba una variedad de vinos tintos y blancos elaborados con amor artesano y precisión científica.
De ahí que países como Francia, Canadá, Israel y Argentina lo hayan homenajeado. En 2008 y 2009 un vino Riesling y un Riesling x Silvaner fueron galardonados con medalla de plata en Mendoza, en los concursos Vinus y lLa Mujer Elige. Sin duda, un gran reconociminto a la calidad de ambos.
Como si fuera poco, este proyecto vitivinícola piloto asocia a 70 agricultores en 18 municipios del alto y medio Chicamocha, entre los 2.400 y 2.700 metros de altitud, condiciones que hablan de responsabilidad social y de la belleza del paisaje. En efecto, llegar hasta el viñedo, disfrutar del entorno y disfrutar de sus vinos se suman en un plan perfecto para disfrutar en familia durante cualquier época del año. No obstante, el cielo de esta época del año y la idea de iniciar el año con buena energía hacen de Puntalarga un plan perfecto para disfrutar en enero. ¡Salud y buen viaje!
¿DÓNDE ESTÁ EL VIÑEDO?
El viñedo y las instalaciones donde se producen los vinos Marqués de Puntalarga se encuentra en Nobsa, Boyacá, Loma de Puntalarga, Valle del Sol, Kilómetro 7 de la Autopista Duitama-Belencito, a 200 kilómetros de Bogotá.
Las puertas del Viñedo siempre están abiertas para quienes deseen visitarlo. La atención es durante toda la semana entre 8:00 a.m. y 8:00 p.m. Dispone de recorridos guiados de 30 minutos y con explicaciones detalladas, que corroboran el gran esfuerzo de don Marco Quijano. En la vinoteca puede degustar y adquirir los vinos e la gama de producción con una agradable tabla de quesos, aceitunas y pan, mientras disfruta de una vista increíble del viñedo, el paisaje y el cielo boyacense.
Mayores informes: Paola Suárez. Cel.: 316 867 90 62 y 317 434 06 15.
Correo electrónico:marquesdepuntalarga1@yahoo.es