Monólogos de amor por donde cruzan gaviotas, de Francisco Garzón Céspedes, último libro publicado en 2011 por las Ediciones COMOARTES –que sólo el pasado año totalizaron 109 ediciones, de las que 7 fueron libros y 36 fueron cuadernos, más 66 números de la Colecc. Gaviotas de Azogue– se da a conocer ahora masivamente, enviándose a más de 21,000 direcciones electrónicas de los cinco continentes, acompañado del primer libro de COMOARTES en 2012: la monumental Poética de Aristóteles. Todo dentro de la política de difusión cultural que caracteriza a COMOARTES.
Las Ediciones COMOARTES comparten con sus lectores el primer libro de monólogos teatrales de la literatura cubana (más otra obra de un segundo libro de monólogos del autor): Monólogos de amor por donde cruzan gaviotas / Teatro poético de Francisco Garzón Céspedes al haberse cumplido 30 años de su primera edición en 1981.
Para este libro que constituyó un éxito editorial en su momento (10,000 ejemplares vendidos en una semana) la Editorial Oriente (Santiago de Cuba, Instituto Cubano del Libro, Ministerio de Cultura) al presentarlo escribió:
“El tema de las cinco obras en un acto deMonólogos de amor por donde cruzan gaviotas, formadas por cinco monólogos y un soliloquio, es el amor. La original estructura de este libro va desde el teatro dentro del teatro, con narración y pantomima entre otras posibilidades que incluye, hasta soliloquio dentro del soliloquio o la obra compuesta por dos monólogos, por señalar algunas de sus exploraciones dentro del monólogo y del soliloquio como géneros teatrales independientes, por señalar algunos de sus aciertos estéticos, de sus aportes en búsqueda de la mayor eficacia de esta piezas como espectáculo y en la de su mayor capacidad de expresión. A la cincelada e imaginativa estructura de cada una de estas obras, que garantiza su teatralidad, corresponde un lenguaje poético del más alto nivel, donde magia y hondura conceptual guardan un exacto equilibrio para tratar en muy diversas y sorprendentes situaciones el tema del amor, siempre presente en el libro como ese símbolo múltiple y cercano de la gaviota, que cruza por todos estos monólogos y soliloquios de amor.”
Aunque la edición consignó entonces como fecha 1980, modo en que está catalogado el volumen, el colofón final del libro determina que se culminó de imprimir en el mes de Julio de 1981, por lo que en el 2011 son en realidad, recién han sido, los treinta años de su publicación. Un dato importante en relación aMonólogos de amor por donde cruzan gaviotas es que del segundo semestre de 1977 al primero de 1980, antes de la edición del libro, estos monólogos, unos u otros, en menos de tres años fueron publicados en veintidós ocasiones en prestigiosas revistas y suplementos especializados de catorce países de América y Europa: Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos de Norteamérica, Guatemala, Holanda, México, Panamá, Perú, Puerto Rico, República Dominicana y Venezuela: Algo único. Y otro es que el libro está completo dentro de otro del escritor: Amar es abrir las puertas, Edición Especial de la Librería del Ateneo de Caracas, Venezuela, 1985, conjuntamente con otros dos monólogos, dos emblemáticos poemas, y dos textos de reconocidos críticos –incluidos en la edición 2011–. Por otra parte Francisco Garzón Céspedes ha dejado constancia ahora de que la actual edición, con adecuaciones, no niega la original. Sí, para las Ediciones COMOARTES, Garzón Céspedes ha consignado con mayor precisión lo terminológico diferenciando monólogos de soliloquios: Reclasificando cuando ha procedido.
Monólogos de amor por donde cruzan gaviotas tiene origen prioritario en otro libro de Francisco Garzón Céspedes: Amor por donde cruzan gaviotas, Editorial Letras Cubanas, Instituto Cubano del Libro (ICL), Ministerio de Cultura, La Habana, Cuba, 1980, que fue otro auténtico suceso en aquellos años –textos por demás editados y reeditados desde entonces–. Ver en la presente edición los textos de dos personalidades del teatro sobre Monólogos de…, el de Nicolás Dorr, uno de los más relevantes dramaturgos cubanos de todos los tiempos, y el de Orlando Rodríguez, el igualmente relevante crítico chileno venezolano; respectivamente: “En los monólogos de Garzón Céspedes: La osadía del experimento” y “Monólogos de amor por donde cruzan gaviotas”.
Fuente: José Víctor Martínez.