
Si me preguntaran ustedes cuál es el futuro de la alta cocina, les contestaría que es casi imposible vaticinarlo. De lo que estoy seguro es que queda influencia asiática por muchos años en Caracas. También afirmo con convicción que uno de los ejes de dicho futuro será la defensa de la identidad propia y la protección de las materias primas más cercanas. Sin duda, la custodia del producto local jugará un papel indispensable en el futuro de la alta gastronomía venezolana.
Desde el punto de vista de mis crónicas, practico una cocina investigativa con el pasado, el presente y el futuro. Es purista, si. Pero con aplastante sensatez.
Desde el punto de vista de mis crónicas, practico una cocina investigativa con el pasado, el presente y el futuro. Es purista, si. Pero con aplastante sensatez.
Bloguero poeta, amante de la comida venezolana y del buen poema “No amanece una sola vez”, el Gastrónomo Antonio García presenta en su blog “Kuai Nabaida” un recorrido gastronómico imperdible por cada región de Venezuela.
“Entre mis manos el espacio está en busca del dulce contacto” y el misterio aparece en forma de chirimoya: mi musa duerme y yo me pregunto, ¿cuántas semillas trae la chirimoya? “Duerme mujer erosionando como piedra oculta”, “Su brillo es como el de la piel oculta”. Joven, simpático y -por sobre todas las cosas- muy venezolano. Antonio García conoce muy bien los secretos de la cocina de su abuela.
Nacido en Maracaibo de madre cocinera, este gastrónomo es uno de los jóvenes cocineros de la futura generación de chefs venezolanos con calidad de exportación. Graduado en la escuela “La Casserole du Chef” , se volcó de lleno a la investigación de la cocina popular venezolana. Apasionado de la literatura indígena, es el actual Presidente de la Fundación “KanoboSur”
http://kanobosur.blogspot.com/.
“Mujer de fuego intimo, tu risa cae como chispas desde una brasa traviesa”.
Su blog Kuai Nabaida, nace con la intención de recopilar mitología indígena y entrelazar sus tres grandes pasiones: el diseño, la cocina y la literatura indígena venezolana. La propuesta de su blog es clara: recetas con diversas raíces, aromas y sabores abarcando desde el continente asiático hasta llegar a la América específicamente a Venezuela.
• ¿Qué es Kuai Nabaida? AG: En el idioma del pueblo Pemón (población aborigen de las costas venezolana) “Kuai Nabaida” es una invocación mágica que significa: el mar de Arriba. Como blog contiene cuentos, mitos, leyendas e invocaciones mágicas y surge tras muchas noches de navegación en internet cual ganado en conuco labrado y bosque inculto.
• ¿Cómo defines la comida venezolana? AG: Tiene su propia identidad, está llena de tradiciones y de sabores exóticos. Nunca deja de sorprenderme, por eso me identifico con ella como venezolano y como zuliano. Es una cocina con mucha historia, una fusión de razas e ingredientes (como su gente), y con infinidad de recetas. La gastronomía venezolana es tan variada como la geografía de este pais. No podriamos hablar de una sola cocina venezolana, sino de muchas cocinas venezolanas. Lo interesante es descubrirlas y solo deseo contribuir a que los venezolanos se sientan honrados de su idiosincrasia culinaria y la descubran a través de este blog.
Desde su casa, se sienta en su silla, apoya los codos sobre su escritorio y piensa que nombre ponerle a su blog: ¿agua clara, agua clarita?
Así recordó la mitología indígena de su país. Antonio García nos cuenta que cuando ve el nombre Kuai Nabaida, ve su musa nocturna… y le recita:
“Eres semilla que volví polvo. Sentado en mi banco mis sueños van al mar de arriba, y conozco aquel mundo invisible como sabia semilla conocedora del mundo sobrenatural. Tengo hambre, dame de tu boca. De tu voz, de tus pechos el casabe y caminare nutrido, de tu pecho carnal, de la luna caliente el hombre toca sus sentidos”.
El gastrónomo será partícipe de una impoluta corrección formal y un tono reflexivo que persuade emocionalmente cualquier prejuicio. La disciplina, el talento y la intuición son universales, queridos golosos.
En mi casa siempre esta el fogón encendido, con cenizas del ayer. Las frutas nunca faltan, siempre nos dejan un dulce aroma.
Entrevista realizada por:
Sandra Anabel Beltran Martinez
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