Andrés Rivas levantó la batuta. Entre él y sus músicos había apenas unos centímetros de distancia, pero entre ellos hubo algo más. Comenzó a sonar la Cuarta Sinfonía de Tchaikovsky. El novel director pidió lirismo, pidió que no se perdiera ni una sola nota. Y Así fue. Apertrechados, en un escenario cuyas dimensiones no esperaban que la Sinfónica Juvenil de Caracas fuera tan grande, los 173 músicos cerraron este 26 de octubre en Seúl su periplo por Asia, de la mano de su concertino, que debutaba internacionalmente como director.
La Universidad de Ewha fue el lugar de la despedida de una gira que los llevó, dirigidos por Dietrich Paredes, al teatro más importante de China, el Center of Performing Arts de Beijing, el 21 de octubre, y al más importante de Corea del Sur, el Centro de las Artes de Seúl, la noche del 25. Se trataba de la segunda gira internacional de esta orquesta, que en el mes de junio fue ovacionada en Noruega, luego de dos conciertos en Bergen y Oslo.
Ante la audiencia coreana sonó también un grueso de repertorio latinomericano encarnado en el Danzón Nº 2, del mexicano Arturo Márquez, y la Suite del Ballet La Estancia, del argentino Alberto Ginastera, que convocó la emoción más vivaz de la audiencia.
Los aplausos se transformaron en silbidos, en bravos pronunciados en un español muy coreano. La ovación no paró hasta que el director se animó a dirigir el primer bis: los venezolanos tocaron “La Cabalgata”, extracto de la ópera Guillermo Tell, de Rossini, y siguieron con el Tico Tico de Zequinha de Abreu y el Mambo de Leonard Berstein, quien, aunque no es latinoamericano, recogió en su música toda la admiración que sentía por los ritmos de América Latina.
Buena parte del público había ido al concierto de la noche anterior, en el que los venezolanos interpretaron la Décima Sinfonía de Shostakovich y la Sinfónica Nº 3 con órgano de Camille Saint – Saëns. Decidieron repetir la experiencia, pero se encontraron un concierto con un programa diferente y el verbo repetir se desvaneció entre dos experiencias únicas.
Los músicos venezolanos sellaron con éxito esta segunda gira internacional con la que comienzan a dar sus pasos por suelo extranjero, no sólo para ofrecer garantía a la música y al futuro, sino para confirmar la solidez generacional del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, perteneciente a la Fundación Musical Simón Bolívar –adscrita al Despacho de la Presidencia de la República-.
Durante la estancia de la Orquesta Juvenil de Caracas en Corea, las autoridades gubernamentales del país asiático dieron los primeros pasos para la creación de un proyecto de colaboración e intercambio entre Venezuela y Corea, con el fin de consolidar el programa que esa nación asiática desarrolla inspirado en El Sistema. Además, el Ministerio de Cultura, Turismo y Deporte nombró a José Antonio Abreu como Maestro de la Cultura y las Artes de Corea.
Fuente: Prensa FundaMusical Bolívar.