Regresa a las salas de cine venezolanas el director Mauricio Walerstein, con la película Travesía del desierto, ha estrenarse el próximo 21 de octubre, en la gran pantalla nacional. Esta obra fílmica es protagonizada por el mexicano, Humberto Zurita, la venezolana, Claudia La Gatta, y los mexicanos, Mónica Dionea, y Enoc Leaño. También actúan Carlos Cámara, Gabriela Goldsmith y José Carlos Ruíz.
Mauricio, quien tenía este proyecto guardado desde hace muchos años, lo vuelve a retomar cuando conoce el desierto de Coahuila, situado en México, y finalmente logra terminar la película y exhibirla en el cine. De esta manera, nos cuenta sobre el proceso de filmación:
– ¿Cuál es el tema central de la película?
-Es una película sobre la solidaridad humana, la irreverencia, la insumisión, y la posibilidad de que dos seres que no tienen nada que ver el uno, con el otro, puedan ser redimidos por la pasión. De igual forma, el trabajo de filmación de está película fue complicado y agotador, por las condiciones del desierto.
– ¿Qué tal trabajar con la venezolana Claudia La Gatta y los actores mexicanos?
– Con los tres actores mexicanos protagonistas, ya había tenido la oportunidad de trabajar. Además ya tengo experiencia en el cine con muchos actores venezolanos, pero lo que me parece sorprendente, es como Claudia se adaptó a estos tres tigres mexicanos, que son muy toreados; cómo logró ensamblarse con este grupo de actores, y estar a su nivel. Al terminar las grabaciones que duraron 8 semanas, cada uno volvió a sus proyectos, y cuando se volvieron a ver, parecía que estaban en la filmación todavía, por la felicidad que desbordaban. Ellos son muy integrados, y para mí, son una especie de pandilla.
– ¿Qué expectativas tienes con referencia a la aceptación de tu película por parte del público venezolano?
– Soy un director que he tenido en Venezuela muchos éxitos con algunas de mis películas, pero también, otras que no lo fueron; espero que esta película sea de las primeras citadas y vistas. Es uno de mis trabajos más maduros, más audaces y libres en cuanto a narración. Es una filmografía que con referencia a mi edad, experiencia y a mi pre-vejez, me dio la oportunidad de hacer cosas que de muchacho no hacía, y es por eso que creo que debe estar en pantalla. Siento que las personas van a tener bastante identidad con la película.
– En tú opinión, ¿cómo ves el avance cinematográfico en Venezuela?
– En primer lugar, creo que lograr una Ley de Cinematográfica, por la que tanto luché en Venezuela, es de mucha ayuda para los cineastas. De igual forma, el cine venezolano preserva esa cualidad de irreverencia y audacia que yo he visto en algunas películas, y eso es fundamental. Tuve la oportunidad de ver Postales de Leningrado y me pareció muy buena. Por otro lado, lo único que no hemos logrado en Latinoamérica, es integrarnos a nivel de cinematografía, y creo que hay que hacer un trabajo en conjunto, para que las películas mexicanas se puedan ver en Venezuela y las venezolanas en México, es una lucha muy difícil, pero se puede lograr.
– ¿Tienes algún proyecto a futuro o participación en algún festival?
– La película ya se está estrenando acá, el mes que viene le toca a México, y de allí veremos si vamos a festivales; yo los he abandonado un poco, fui muy festivalero, me fue muy bien, pero hoy en día tengo una identidad. Primero tienes que identificarte más con el público de tu país, y después con los festivales; y por mi parte son dos países, ya que mi corazón se divide entre Venezuela y México.
Este afamado director, quien durante 30 años vivió en Venezuela y actualmente se encuentra residenciado en México, cosechó grandes éxitos para la cinematografía nacional con películas taquilleras como Cuando quiero llorar no lloro (1973), Crónica de un subversivo latinoamericano (1975), La empresa perdona un momento de locura (1978), Macho y Hembra (1985), De Mujer a Mujer (1986), Con el corazón en la mano (1988), entre otros.
Fuente: Comunicaciones CNAC.