El largometraje documental Érase una vez un barco, dirigido por Alfredo Anzola, y protagonizado por Emilio Lovera, obra financiada por el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC), será estrenado al público neoespartano, en el marco del Festival de Cine Latinoamericano y Caribeño de Margarita 2012, a realizarse del 06 al 13 de octubre.
Conversamos con su director, acerca de su experiencia, y estos fueron sus comentarios:
-¿De qué trata la historia? ¿Cómo surge la idea?
– A mí siempre me gustó la navegación, me gustó la carpintería, y hay una especie de misterio en esos barcos tan bonitos que uno ve en la playa, con los que todo el mundo se toma fotos, y la gente se pregunta ¿quién hace esos barcos?, y entonces por ahí fui curioseando y descubrí que hay una raza humana especial, que son estos señores que mágicamente agarran un árbol y lo colocan en el suelo, y a partir de allí a “pepa de ojo”, a punta de un conocimiento adquirido ancestralmente, hacen unos barcos que son una maravilla. Yo realmente me reconcilio con el mundo, viendo el trabajo que ellos hacen. Entonces, lo que espero es que película le sirva al que la vea, para que le pase eso mismo.
– ¿Cómo llegas a conectarte con Emilio Lovera, y cómo concibes que éste sea el protagonista de la película?
– Yo sabía que Emilio tenía una afición por la navegación, porque lo conocía; sabía que tenía su barco. Pero lo que yo no conocía, es que él era también aficionado a la carpintería. Entonces un día hablando con él, le dije lo que tenía pensado hacer, y me dijo: “ahí voy pegado yo”. Y fue así como esto se convirtió en una obra magna de carpintería, porque por supuesto, yo nunca había hecho una obra parecida, ni él tampoco, y fue una maravilla porque eso le dio una vida adicional al proyecto.
– ¿Cuánto tiempo duró todo el proceso de preproducción, producción y post producción?
– Eso es una larga historia, porque desde el momento en que uno concibe una película, hasta que la termina, pasan muchos años. También influye el tiempo que pasó para obtener un financiamiento, pero afortunadamente el CNAC abrió un espacio para largometrajes documentales. Además, esto tiene un cuento muy cómico, porque la primera vez que la presenté al CNAC, no la aprobaron, pero afortunadamente la segunda vez le hicimos algunos cambios, y sí la aprobaron. Así que en total fueron como 5 años aproximadamente.
– ¿Qué instituciones apoyan la película?
– Obviamente la principal es el CNAC, sin que hubiese un sistema de financiamiento para el cine venezolano, la película sería imposible de hacer y el cine venezolano no podría existir. El CNAC es una cosa maravillosa de la cual me siento orgulloso, porque eso lo inventamos los peliculeros hace bastantes años, y ahí está y se mantiene, y se siguen haciendo películas; también nos apoyaron, por supuesto, instituciones del estado Sucre, y del estado Nueva Esparta, mientras que Yamaha nos ayudó con los motores que usamos. Afortunadamente, hay muy buena voluntad por la mayoría de la gente hacia el cine venezolano, hacia esta posibilidad de contarnos a nosotros mismos.
– ¿Como te sientes respecto a la participación de tu película en este festival?
– Estrenar la película en el Festival de Margarita es un gran honor y una gran alegría, pero además es absolutamente pertinente porque gran parte de la película fue filmada en Margarita, o sea es un filme muy oriental. Estar en este festival es realmente estupendo, tan es así que decidimos estrenarla comercialmente el día 14 de octubre, un día después de la clausura de este evento cinematográfico.
– ¿Cuáles son tus expectativas sobre la acogida del público margariteño y el festival?
– Mis expectativas son las mismas que tienen todos los autores cinematográficos. Uno sueña con que a la gente realmente le guste y vayan multitudes a ver la película. Las pocas personas que la han visto, salen muy contentas. Yo espero que la película le transmita eso al público, y que vaya todo el mundo a verla.
– ¿Cuál es tu opinión acerca de las políticas en materia cinematográfica que ha implementado el Estado venezolano, a través de la Plataforma del Cine y Medios Audiovisuales? ¿Cómo ves el impulso que ha tenido nuestra cinematografía, cuyo aumento en cantidad, calidad y diversidad de historias ha sido evidente en los últimos años, siendo merecedora en varias latitudes de premios en festivales internacionales?
– Obviamente, gracias a que existe un apoyo del estado, la existencia de esa plataforma de apoyo al cine venezolano ha sido de gran ayuda en estos años, cuando hay mas recursos en el país, suele haber más asignación de recursos al cine, y estamos en esa etapa, una etapa muy bonita, porque han aparecido muchos autores nuevos, y muchos temas nuevos. La gente está contenta con el cine venezolano, y este es un momento de una gran alegría.
– En Venezuela, cada año surgen nuevos festivales de cine en diversas regiones del país. A tu criterio, ¿cuál es la importancia de estas iniciativas para los cineastas?
– El hecho de que hayan cada vez más festivales es excelente. Ya está muy bien consolidado el de Margarita y el de Mérida, y justamente acaba de realizarse uno en oriente. Como decían antes: “mientras más masa, más mazamorra”. Qué bueno que hayan muchos festivales, qué bueno que hayan muchas exhibiciones, y muchas películas. Mientras más personas las puedan ver, mejor.
Fuente: Comunicaciones CNAC-