Este mes de julio las carteleras del país serán la ventana para la producción de la Villa del Cine, Una Mirada al Mar, dirigida por la novel realizadora Andrea Ríos y escrita por la recordada Maríanela Alas.
Una Mirada al Mar, es una hermosa exhibición de la costa venezolana, en la que destacan el color aguamarina del mar caribeño, los tonos cálidos que muestran del calor de playa tropical del estado Vargas, territorio brindado para para describir una historia en la que además del talento infantil, figuran lugareños de las comunidades autóctonas.
Entre tambores y las fiestas religiosas del folclor local, trancurre la historia de Rufino, un señor de 71 años, quien al quedar viudo decide volver al pueblo donde conoció a su esposa. Allí se reencuentra con sus paisajes y su gran amigo Gaspar, pintor que se ha hecho cargo de una pequeña niña huérfana de ocho años llamada Ana-E, con quien Rufino se verá obligado a permanecer bajo el mismo techo, a pesar de su hostil convivencia. La soledad de estos personajes los enfrenta, iniciando trazos hacia un nuevo camino para superar el abandono.
De la pluma de Marianela Alas (+) surge esta idea que quedó seleccionada durante I Convocatoria de Ideas para el Desarrollo de Guiones realizada por la Villa del Cine en el 2007. Allí participó en la jornada del Taller de Escritura de Guión donde nuevamente es elegida por la productora del Estado para realizar la película. Alas, a través de sus letras rinde homenaje y honra la costa venezolana con una historia que muestra las virtudes, el oficio de la gente y la humildad de la vida costera, así como la poética y sencilla vida de pintores del pueblo dedicados a su arte y a la admiración de su musa: el mar.
Andrea Ríos, joven realizadora conocida por sus trabajos anteriores en los que figuran cuatro cortometrajes y la codirección de 1, 2 y 3 Mujeres su ópera prima con Andrea Herrera y Anabel Rodríguez, también producida por la Villa del Cine, estrenada en el 2008. En esta oportunidad Ríos nos muestra un trabajo en que se conjuga la experiencia y la mirada artística en la dirección.
La dirección de fotografía de la película está bajo la óptica de Vitelbo Vasquéz, quien plasma en cada cuadro una costa venezolana en su completo esplendor, colores, texturas y paisaje, creando innumerables fotogramas dignos de ser una postal. La película busca ese efecto pictórico sobre el cual la trama se cierne.
La niña, Ana E., es interpretada por Yucemar Morales, quien debuta en el cine con un papel que sorprende a la audiencia. El carisma demostrado por esta pequeña llenará las salas y ganará la simpatía del público en una representación, que según sus compañeros de película Asdrúbal Meléndez y Fernando Flores, la pequeña niña: “¡se la come!”.
Igualmente las magistrales presentaciones de dos figuras de importante trayectoria tanto en el cine como en la televisión venezolana como son Fernando Flores y Asdrúbal Meléndez, le dan a la historia un espacio para reflejar una fraterna amistad. El equilibrio generacional entre los intérpretes lo crea Zoe Bolívar, quien aporta su experiencia en un papel transversal para la historia de Ana-E.
Durante el mes de las niñas y niños, la Villa del Cine dedica esta producción a estos espectadores, para disfrutar en familia de una producción cinematográfica venezolana, que conmoverá por su contenido y profunda sensibilidad, trasmitidas a través de las actuaciones de este heterogéneo elenco.
Julio será el mes de Una Mirada al Mar, historia que promete brindar un espacio de reflexión par la audiencia.
Fuente: Comunicaciones Fundación Villa del Cine.