Volver a ver es el título de la exposición con la cual la Galería Freites exhibirá en su Mezzanina, desde este domingo 10 de julio a las 11:00 de la mañana, una representativa muestra de la obra de tres importantes artistas de la plástica venezolana del siglo XX, como son Luis Alfredo López-Méndez, Tomás Golding y Virgilio Trómpiz.
La muestra, que podrá visitarse hasta el 04 de septiembre, contó con la curaduría de Perán Erminy, y ofrece al espectador la posibilidad de apreciar nuevamente las pinturas de estos tres maestros, pero con una manera distinta de verlas, desde la novedad que con el tiempo se ha añadido a nuestra mirada.
Así lo explica Perán Erminy en su texto de presentación, donde a su vez afirma que la exhibición nos llevará a descubrir que estas obras no son las mismas que conocíamos, o que creíamos conocer, pues nuestra visión del arte ha cambiado, y las obras ya no dicen lo mismo que decían en sus tiempos iniciales, cuando compartían los mismos gustos, y el mismo mundo imaginario de sus espectadores.
“Se trata, en esta ocasión, de ir fomentando una nueva lectura visual de nuestras artes, y de ensayar con ella una revisión y una nueva valoración de la plástica venezolana (…) Lo peculiar de esta muestra es que nos invita a una inevitable relectura comparativa y particularizada de las obras de cada uno de estos creadores, y las del conjunto de los tres pintores, confrontado con el contexto artístico actual y con los códigos y el posible canon —si lo hay— del arte de hoy”, señala el curador.
En el caso de Luis Alfredo López-Méndez (1901-1996), su obra refleja la predilección que tenía este artista por buscar la sencillez y la mayor naturalidad expresiva, con un profundo conocimiento de los procedimientos pictóricos más complejos. En opinión de Perán Perán Erminy, con su trato de colorista fino y armonioso del paisaje, de sus desnudos y de sus flores, sus pinturas ofrecen el placer “de estimular muy gratamente la sensibilidad del espectador sin violentarla con estridencias, sobresaltos ni excesos de ninguna especie; evitando los desbordamientos y las ultranzas propias del amarillismo artístico que viene invadiendo nuestras artes”.
Por su parte Tomás Golding (1909-1981), según el curador de la muestra, concibió la pintura como un acto emergente, como un proceso naciente de la creación estética. “En este caso no importa tanto el conocimiento de la mecánica analítica del lenguaje pictórico, sino más bien la experiencia del conjunto de pequeñas o breves sensaciones que vamos descubriendo en la grata fruición de la pintura (…) Con la factura impetuosa y temperamental de sus paisajes agitados y barrocos, Golding es insuperable en el virtuosismo extremo de sus pinceladas impulsivas y poderosas. En su trabajo resalta el énfasis en la inmediatez visual de la materia pictórica…”, escribe el especialista.
Completa la muestra una selección de piezas de Virgilio Trómpiz (1927), cuya obra es la más original y la más moderna de las tres que se presentan, pero de igual excelencia en su óptimo nivel de calidad aunque no se parezcan entre sí, “Más aún, la pintura de Trómpiz no tiene ninguna semejanza formal ni discursiva con ninguna otra obra en la Venezuela de su tiempo”, advierte el curador.
Con una lejanía generacional en relación a sus dos coexpositores (una distancia etaria de veinte años) que determina que sus respectivos estilos sean tan disímiles e incomparables, Trómpiz no se plantea el debate entre el realismo y la abstracción que motivaba a los jóvenes artistas de su época. No oculta la irrealidad de sus personajes, como rostros y figuras de ficción, claramente imaginarias, idílicas, y extraídas de una realidad de la Caracas de antaño, de los recuerdos nostálgicos de un pasado amable y sosegado que conoció en las imágenes y los relatos de su infancia, según señala Erminy.
“En esas evocaciones que pinta (…) el artista alude en sus rostros al recuerdo de muchachas reales, idealizadas por su afecto. Y, aún más allá, en el espejo de esos rostros se entrevé el reflejo autobiográfico de los sueños del artista (…) Los rostros de jóvenes risueñas, ensimismadas, silenciosas, que no piensan en términos de futuridad, permanecen inertes y enmudecidas, vistiendo con sobria elegancia sus trajes estampados con flores y formas blancas regularmente repetidas, pálidas, ocultas entre pliegues y repliegues y faralaos, cabalgándose los unos sobre los otros en sucesión irregular de dobleces y arrugas, hasta dejar descubierta la piel blanca y tersa de la atractiva rodilla de la dama…”
El público tendrá la oportunidad de apreciar las pinturas de los artistas venezolanos Luis Alfredo López-Méndez, Tomás Golding y Virgilio Trompis, en la exposiciónVolver a ver, que se presentará del 10 de julio al 04 de septiembre en la Mezzanina de la Galería Freites, ubicada en la Avenida Orinoco de Las Mercedes. El horario de exposición es de lunes a viernes de 9:00 a.m. a 1:00 p.m. y de 2:00 p.m. a 6:00 p.m.; los sábados de 10:00 a.m. a 2:00 p.m.; y los domingos de 11:00 a.m. a 2:00 p.m. La entrada es libre.
Fuente: Zoraida Depablos.