Como un regalo para celebrar el día del niño llega esta pieza teatral al Centro Comercia La Vela, en Porlamar, con la agrupación “Reflejos”,
dirigida por Máximo Chiaraluche
Este domingo 17 de julio, a las 6:00 pm, Reflejos, grupo de Teatro Estable del Centro de Artes Omar Carreño, celebrará el Día del Niño, en el Centro Comercial la Vela de Porlamar, con la puesta en escena de “El Principito”, cuento de Antoine de Saint Exupery, con adaptación y dirección de Máximo Chiaraluce.
Publicado por primera vez en 1943 y traducido a ciento ochenta lenguas y dialectos, El Principito es una joya de la literatura universal y aunque es considerada una obra infantil, nos presenta temas tan profundos como el sentido de la vida, la amistad y el amor. “Es una obra hecha por niños para enseñar a los adultos, la sencilla sabiduría que parecen olvidar cuando crecen” comenta Chiaraluche.
Un elenco integrado por 13 nuevos talentos, dará vida a los personajes de esta maravillosa historia. Ellos son: Pedro Agostini (El Principito), Bárbara Agostini (La Reyna y la Aeromoza), Lenys Agostini (La Geógrafa), Yuliet Meza ( La Rosa y La Gitana), Camila Tineo (La Serpiente), Jorge Marrero (El Borracho), Camila Céspedes (La Vanidosa), Emilia Martínez (La Farolera), Isabella Martínez (La Flor del Desierto), Santiago Céspedes ( El Zorro), Joana Céspedes (La Ejecutiva), Gregorio Machado (El Aviador). Y Miguel Angel González, (El narrador)
La obra
Un piloto de aviones recuerda sus días de niñez, cuando los adultos no comprendían que su dibujo no era un sombrero sino una boa que se había comido un elefante. Así comienza esta maravillosa historia que nos mostrará en escena al pequeño trotamundos, que un día visita nuestro planeta desde su remoto asteroide B612 y sus encuentros en el espacio con la reina, la vanidosa, el bebedor, la ejecutiva, la farolera, una geógrafa y sobre todo con nuestro planeta tierra, donde se encuentra con un aviador, haciéndolo volver a su infancia y retomar su vocación frustrada de dibujante.
En su en su planeta, tiene tres volcanes y una flor de la que ha tenido que huir por amor. Su encuentro con el zorro en el desierto, es una alegoría de la amistad. Cuando se despiden, el zorro le da su más preciado secreto: “Solo el corazón puede ver bien, lo esencial es invisible a los ojos Los hombres han olvidado esta verdad, pero tú no debes olvidarla. Tú eres para siempre el responsable de lo que has domesticado”.