En la época en que estudié Derecho, era una verdadera vergüenza el sistema que sacaba abogados al mercado después de 5 años de estudio.
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La vida Jimmy Raisbeck es rara, extraña, fascinante, loca, entretenida, sorprendente y cuanto adjetivo más se encuentre en cualquier diccionario de sinónimos. Se casó tres veces, es decir que además de reincidente, es un terco enamorado, loca, Un día secuestraron a un personaje y allá fue a meter las narices como negociador, por esa razón, por “metido”, se lo llevaron a la cárcel. Lo arrestaron en Londres y se estaba preocupando un poco porque no sabía cuándo iba a salir de esta sin salida.
Es amigo incondicional de sus verdaderos amigos; quiere con el alma a Julio Sánchez Vanegas, admira como a nadie a Jorge Antonio Vega una de las voces más hermosas que tiene el país, fue un destacado lanzadiscos, pasó por varios medios de comunicación haciendo un rarísimo periodismo, le encantaba hacer programas de radio a las 11:00 de la noche; como abogado ganó decenas de pleitos; no fue un destacado alumno, pero así, a trancas y a mochas salió adelante.
No es gato pero sí ha tenido más de siete vidas, quizás catorce o más y no tiene ninguna duda que si se le vuelve a presentar la oportunidad, lo volvería a hacer ¿Lo volvería a hacer? Un poco temerario, pero por lo menos así se titula su libro, un texto que ha empezado a rodar por todo el país y quienes más lo han leído son aquellos que no creen que a un tipo como Jimmy Raisbeck le hubieran pasado tantas y tantas cosas.
– Aún a los 74 años, hay imágenes que se han ido borrando. ¿Cuál es la más lejana de su infancia?
Abril 16 de 1942 cuando yo tenía 5 años y 3 meses. Llega al colegio a recogerme la empleada de servicio y me dice que me lleva a la Clínica Magdalena porque mi mamá está allá pues tuvo un bebé esa mañana. Yo no tenía idea que mi mamá había estado esperando bebé, y en pocos minutos estaba conociendo a mi nuevo hermanito.
– ¿Fue en su adolescencia un muchacho absolutamente insoportable o fue del común entre ellos?
– No considero haber sido insoportable; simplemente muy inquieto y así molestaba a mucha gente mayor. Tal vez tampoco fui del común y corriente entre mis pares porque fui extremadamente tímido y penoso; eso me hacía ser muy introvertido y como nos pasa a los muy introvertidos, la gente nos cree antipáticos o arrogantes. Triste pero cierto.
– ¿Por qué resolvió meterse a lanzadiscos?
– Durante mis estudios en primaria y secundaria en EUA yo escuchaba mucha radio, y los programas DJ eran popularísimos allá, de manera que yo era un gran aficionado a escucharlos. Cuando en 1958 regreso a Bogotá para quedarme, hice lo necesario para conocer a Carlos Pinzón, le dije lo que quería, y él me dio un programa DJ semanal en RCN. Poco después me llamaron de Caracol y me ofrecieron un programa diario de DJ y resulte en la plataforma de lanzamiento de mi carrera de DJ en la farándula (¡Cómo me gusta esa palabra: Farándula!).
– ¿Qué fue lo que lo atrajo del Derecho?
El hecho que mi papá era abogado; tenía una oficina en la cual ejercía solo, y me ofrecía la oportunidad de dejarme la oficina si yo estudiaba esa carrera. Lo que yo ganaba como DJ o aún en la TV era irrisorio. Pagaban muy mal para ya yo salir a la vida real, casarme, tener familia, etc. Yo hubiera hecho los programas DJ gratis, por mi amor a esa arte, pero al ya tener que enfrentar la vida de verdad (todo el tiempo estudiando Derecho y trabajando en la radio, TV, yo era soltero y vivía con mis papás sin gastos), yo tenía que buscar algo que me pagara lo suficiente para vivir decentemente. Con gran tristeza terminé mis días en la farándula. Me alegro mucho saber que hoy los ingresos de gente en la farándula – obviamente según su categoría, talento, etc.- han subido considerablemente.
– ¿El Derecho en Colombia va “curvo” o “derecho”
Entiendo que el Derecho en Colombia ha mejorado mucho en calidad vs. cuando yo estudié en el Universidad del Rosario de 1960-64. Lamento mucho decir que en la época en que yo estudié, es mi concepto que era una verdadera vergüenza el sistema que sacaba abogados al mercado después de 5 años de estudio. Francamente había que ser químicamente bruto para no graduarse. Una materia típica consistía en asistir a clase todo un año sin tareas específicas, ni exámenes durante el semestre, y al finalizar el año, había un examen oral al cual todo el curso entraba sin nota de ninguna naturaleza. El examen final contaba por todo. De manera que todo el año escolar el estudiante podía vagar, hacer nada, y dos o tres días antes del examen se metía en la cabeza (léase, se memorizaba mecánicamente) las conferencias del profesor, se presentaba al examen oral, contestaba las preguntas recitando mecánicamente las respuestas a lo que le preguntaban, y pasaba. Obviamente a la semana siguiente no tendría ni idea de lo que trataba la materia. Y así salieron miles de abogados en nuestro país. Eso no pudo ayudar la profesión. Repito que entiendo que en los últimos años las universidades han cambiado significativamente el pénsum y los modos que se desarrollan los semestres, siendo mucho más difícil hoy hacer la carrera. Si es así, hay que aplaudir. Pero solo miremos a abogados alrededor nuestro que recientemente han ocupado puestos claves políticos y hoy están detenidos o en vía a serlo; qué vergüenza para la profesión.
– ¿Qué lo ha enamorado de Colombia?
– Tenemos un país con TANTO potencial, tanta gente buena, una extensión geográfica que ofrece para todos los gustos. Pero una serie de personas que están acostumbradas a vivir del Estado, pero no hacen nada para que los demás puedan verdaderamente vivir en tranquilidad. Me enamoraría del todo, cuando la corrupción que hoy está a su más alto punto en la historia de Colombia, se erradicara.
– ¿Es mejor ir a Walmart que al Ley?
– No sé. Nunca he ido a un Walmart. En el Ley siempre pude conseguir las cosas no indispensables que fui a buscar.
– ¿Se considera un Casanova, un don Juan o un Hugh Hefner el creador de PLayboy?
– Afortunadamente puedo decir que nunca me ha llamado la atención ser otra persona. He estado satisfecho con ser yo mismo, en lo bueno y en lo malo.
– ¿Qué huellas le dejaron tres matrimonios?
– Los primeros dos pienso que no las mejores en el sentido que reconozco que se terminaron principalmente por mi culpa por dedicarle tanto tiempo al trabajo y relegar al cónyuge a un lejano segundo lugar. En cuanto al tercero, ojalá pueda ir aprovechando el conocimiento que tengo de los errores ya cometidos y los pueda minimizar para que termine este tercero simplemente cuando me vaya para arriba o para abajo, según resulte la verdad de lo que pasa al morirse uno.
– ¿El secuestro de su amigo le dejó una huella, una cicatriz o una enseñanza?
– No creo tener huellas o cicatrices a raíz de haber estado detenido por un juez militar durante 2 meses y medio, tiempo que resultó necesario para que se demostrara el enorme error jurídico que estaba cometiendo dicho funcionario. Durante mi cautiverio recuerdo que me visitó en la cárcel La Modelo Miguel Lleras Pizarro quien en el momento era Presidente del Consejo de Estado, y él, fuera de hacerme saber que pensaba que lo que estaba sucediendo era un verdadero exabrupto, me agregó que en su concepto yo era un preso político, detenido injusta e ilegalmente por militares para a su capricho decirle al país que no se podía negociar con secuestradores. Si me acojo a lo dicho por quien era un reconocido maestro del Derecho, me siento orgulloso de haber estado detenido ese rato, pues es sabido que en América Latina ha sido un honor ser preso político. En cuanto a enseñanzas, aprendí algo importantísimo durante mi detención: No hay cosa más importante que la libertad (junto con la salud). Sin libertad, el ser humano queda limitado, restringido para poder desarrollar su verdadero potencial.
– ¿Su vida es más un gran poema o un gran testimonio?
– Nunca he sido filósofo o me he puesto a andar por las áreas abstractas.
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– ¿Por qué resolvió escribir el libro?
– Ya retirado, he dispuesto de tiempo que nunca tuve durante mis años de profesional del Derecho. A la vez, pensé que valdría la pena dejar el cuento de mi vida para que mis hijos y nietos, en particular, supieran quien fui yo, algo que lamentablemente nunca supe sobre mi padre, abuelos, etc. Me parece que cada persona que vaya creciendo y en años posteriores debe ir obteniendo toda la información posible acerca de su familia. Historias muy interesantes y apasionantes resultan. No digo que la mía sea eso, pero posiblemente los anécdotas que recuento sobre la farándula, la vida de estudiante, el manejo de una firma de abogados y muchos casos interesantes que se presentaron en el transcurso de esos años, pueda interesar a algunos.
– ¿Es un libro para formar al lector? ¿Para informarlo? ¿Para que sepa lo que fue su vida?
– Más que todo para informar y para que el lector sepa cómo fue la vida del autor.
– ¿Usted lo volvería a hacer?
– Yo sí. Me parece triste que si una persona pudiera llegar a vivir de nuevo su vida, no quisiera hacerlo. En mi caso, trataría en la segunda vuelta de corregir muchos errores que he cometido, pero en balance me siento satisfecho.
– ¿Qué le gustaría volver a hacer en su vida?
– Volver a tener 14 años y tener un gran entrenador de beisbol que me puliera los talentos que tuve pero que con buenos entrenadores hubiera sin duda mejorado mucho, para así jugar en las Grandes Ligas, obsesión que tuve a esa edad.
Por: Jorge Consuegra (Libros y Letras)