Se supone que es una comedia, pero termina no siéndolo. Podría también ser un relato un tanto “histórico” sobre el asunto del viagra y el imperio de Pfizer con el producto unos años atrás. Sin embargo, como dije, se supone que seria “una comedia”, pero va poniéndose “densa” en lo que avanza el film. Pero no se asusten, no “tan densa”, solo un poco rara, un poco dramática “a la fuerza”, pero nada tan trágico como para perder al espectador.
De amor y otras adicciones, como fue titulada en español, cuenta con el espaldarazo de tener a dos buenos actores como protagonistas: Jake Gyllenhaal y Anne Hathaway. Anne ha sido una rebelde en cintas como Havoc (2005) o La boda de Rachel (2008), pero también ha sido una princesa por alla en sus inicios en el 2001, me gusta cuando hace cine independiente y cuando es la heroína un tanto sufrida (El diablo viste de Prada -2006). La actriz había hecho pareja con Jake Gyllenhaal antes, en la celebre Brokeback Mountain (2005).
En esta cinta, Jamie (Gyllenhaal ) ha llevado un camino un poco errático en su vida hasta que consigue un oficio permanente y bien remunerado, casi en el mismo momento en que conoce a Maggie, una artista con la que tiene buen sexo, quien (para variar) viene a cambiar las expectativas que tiene de la vida y del mundo, las cuales se tambalean luego, porque la vida de ambos no es tan perfecta como se espera. La trama no presenta ningún giro novedoso o que no podamos sospechar a medida que avanza la película, pero quizás por las actuaciones, quizás por la belleza de los protagonistas el director se las ingenia para que te olvides absolutamente de donde estas al momento de verla. Te olvidas de ti, del sillón negro donde estas sentada, de la luz en la cocina aún encendida, del recibo que te falta por pagar y de la pesadilla de tu jefa, que quizás te espera mañana para jorobarte. Entretenimiento garantizado y quizás (si eres muy tonto) algunas lágrimas.
Sin embargo, De amor y otras adicciones, es una fiel muestra de que hay que elegir una historia que contar si queremos no bifurcar la atención del espectador, al menos que puedas realizar argumentos completos, que no dejen parcelas huecas o vacías. Edward Zwick (El último Samurai 2003) dirige este film y permanece indeciso ante lo que nos quiere contar exactamente, si una historia de amor, la realidad de una compañía o la historia personal de un hombre «en busca de su camino». Zwick por momentos no encontró el suyo con este film o quizás si, quien sabe…
Como nota curiosa, los actores posaron semi desnudos para Entertainment como parte de la promoción del film.
Calificacion: 8/10 por el elenco y el nivel de entretenimiento.
C.Luisa Ugueto L.
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